“In Memoriam” de VENANCIO ÁLVAREZ LÓPEZ…
Esta
historia que les voy a contar está escrita por el propio autor antes de dejar
este mundo, hace justo hoy UN AÑO, en vísperas de San Juan. Me refiero a un
ferroviario de León, amante de la montaña, de ahí su apodo “Ciempiés” pero,
sobre todo de los ríos, la pesca y los GALLOS DE PLUMA DE LEÓN.
VENÁNCIO ÁLVAREZ LÓPEZ “Ciempiés”, hacia recuento de su paso por ésta vida de la pesca y todo lo que surge a su alrededor como si estuviese despidiéndose de algo. Aquel algo eran sus problemas físicos (estoy haciendo referencia a 2018 y 19). Decía Venancio: “los años, que no perdonan”. Una persona tan activa necesitaba la actividad y esa la fue encontrando entre escrito y escrito, entre post y post, entre conversación y conversación telefónica…
Me comentaba que estaba escribiendo, algo que hacia habitualmente, contando parte de su recorrido por ésta vida de andanzas por la naturaleza. Parecía que ya estaba despidiéndose y entre algunos de sus artículos o bosquejos de ellos que siempre me autorizaba a utilizar para publicar en Pescarmona, tengo éste que hoy les presento.
Se
trata de cosas “sueltas” sobre sus recuerdos que nunca han tenido desperdicio.
ME DECÍA:
Hay
una fotografía de la Tabla del barquero
de Secos del Porma, antes de haber hecho el Puente y ese azud, tenía una manga
al otro lado que tenía muchas más truchas que ahora todo el río.
Ya sabéis que los barqueros según el documento que relata la vida de Vegas del Condado, provenían de la Barca de Vegas del Condado.
LA HISTORIA DE TOMÁS Y JUSTO
"Dos
fueron los barqueros que merece la pena citar: Tomás, alias Whisky, de poca
responsabilidad en el cargo, y Justo, que cumplió bastante bien. Tomás se juntó
con una mujer llamada Sofía y eran poco exigentes en el trabajo, en la
alimentación y en el descanso. Tomás había conocido como grumete algunos
puertos del Atlántico. Él era gallego y ella asturiana.
Se
casaron en Vegas, pero a Sofía se la bautizó antes bajo condición, pues las
noticias que se tenían sobre este asunto eran algo confusas. Algún tiempo
después abandonaron esta localidad para hacerse cargo de la barca de Secos de
Porma, donde terminaron sus días.
He subido otra que se ve con más detalle la barca y el cable, no dejéis de verla, son mis amigos con la "moruquera" para en este caso meter "ranzajos", aquí en León pero, en realidad, gusarapas.
Al
volver a la estación, nos esperaba el juego de la Rana y unos vinos con
aceitunas, el "Cuco". El más pequeño no andaba si no engrasaba. Las
aceitunas para él eran lo mejor que había.
LOS GALLOS DE LEÓN
Pero,
además de la pesca y la amistad, su gran pasión eran los GALLOS DE LEÓN.
Antes
de decirnos “adiós”, había escrito dos artículos con el título: "NOS HAN DEJADO
SOLOS LOS GALLOS DE LEÓN".
Les ofrecemos la segunda parte del artículo, donde apuntaba Ciempiés:
Hace
unos días, me puse a escribir, sin saber
de qué, con qué motivo, que puedo decir después de hacerlo tantas veces.
Enseguida
vinieron pensamientos de lo que había hablado y tratado durante estos últimos
días.
Hace
ya tiempo que mis conversaciones se vuelven a repetir en mi subconsciente, a
veces soñando, en determinados momentos vuelve y repaso lo dicho o escrito.
Analizo lo que veo y me pregunto, “quien ha entrado, a quien no le puede gustar, o a quien he podido hacer daño con mis palabras”.
En
este caso, a parte de la descripción de mi “Viaje por el Torío”, de varias
formas desde en bicicleta, coche o en el “Hullero”, me acuerdo de los pueblos
que tanto me gustan, que conozco de muchos años y de las muchas veces que he
los he visitado.
Ves en esos pueblos una vez que te acercas a la montaña, la caliza brillar con el sol o cubierta de nieves, ya vemos el imponente Polvoreda de los nativos y en los mapas, Correcillas como el Pueblo que se encuentra en sus falda igualmente que Villafeide o Vegacervera, aunque más adentro y a media altura tenemos otros escondidos para acercarnos a su cumbre: Tabanedo, Rodillazo…
Inevitablemente
nuestro camino nos ha llevado a la “Tierra de los Gallos de Pluma de León”,
donde se crían las dos razas bien diferenciadas “Pardos e Indios”.
Después de recordar en todos los años que les conozco y donde supe por mi afición recién comenzada y donde por primera vez me llegaban noticias de estas Razas a través del primero de los Libros del Dr. Jesús Pariente y por consiguiente del Manuscrito de Astorga que de forma más o menos breve reproduce en los tres que escribió, si ha sido una larga andadura la que he llevado con esta afición a pescar y a montar sus moscas con estos preciosos Gallos.
Escribí, bajo el sentimiento de ver los cambios que se están produciendo, me duele dentro de mí y trato de describir por un profano en la materia a que es debido y relato lo que creo y hago mención a esta ignorancia sobre el tema, no una sino varias veces.
Posiblemente este descaminado en algunas de mis afirmaciones:
Escribo
de superproducción, de la demanda, y de los cruces excesivos. Ya digo que me
ignorancia es total o casi pero nadie me corrige, ningún criador me indica cual
son las verdaderas razones y si esas que expongo pueden ser ciertas o no.
Es lógico que hace 50 años no se pudiera crear tanta pluma, la demanda era mínima, pues comparando con estos tiempos, la pesca se ha masificado y los pescadores de Mosca también, por lo que la demanda de pluma también es mayor.
No
me alegro que alguna variedad se haya visto mermada, hasta el punto de ser
milagroso encontrar quien te ofrezca mazos de Indio Cristal.
Han
disminuido los criadores, que son muchos menos y algunos en edades de pensar en
la jubilación y el problema es, si seguirán sus herederos o no, MANTENIENDO EL
PEQUEÑO “NEGOCIO FAMILIAR”.
Sus hijos muchos han estudiado y tienen buenas colocaciones, otros han seguido la “ley de la vida” y nos han dejado. Cuántas veces por sus casas pasé a sus cocinas a ver los preciados mazos, a charlar con ellos. Buenas personas ellos y ellas sus señoras, una larga historia que está llena de recuerdos, no dejábamos a nadie. Hasta el cura y sus señores padres al principio del Pueblo de La Cándana.
En fin, sentía que debiera escribir para pedir perdón si en algo no he estado acertado, si sin querer alguien se ha ofendido con mis palabras que nunca llevaron esa intención. Quizás algo serias como cuando se pierde algo que deseas, que quieres y no quiero volver a vivir el comienzo de otra pérdida, como la que describía D. Ordoño Llamas Gil en su Libro: “En busca de los Ríos perdidos”
Me he leído, los estudios que se han hecho sobre los Gallos Pardo e Indio, me he leído como el INIA y la colaboración de la JCYL, congelaron el esperma de los gallos.
“Los
investigadores del centro, cuarto más importante del mundo con material
biológico de distintas razas de aves, se desplazaron a León para muestrear 145
gallos de los que 92 dieron una muestra seminal adecuada que ha permitido
congelar 101 dosis de esperma. La mitad se utilizará con fines científicos y la
otra se mantendrá en el banco de germoplasma del INIA. «El fin es la
preservación de una raza singular ante la amenaza de la gripe aviar u otros
riesgos como el cambio climático y la aparición de otras enfermedades».
¿Suponen estos bancos de semen, que se puede volver a recuperar lo perdido?
No
deseo ser alarmista. Así y todo, no es tan fácil que una variedad desaparezca o
se extinga, si consultamos cuando ocurre esto vemos multitud de ejemplos donde
después de haber declarado que se había perdido o desaparecido una raza,
volvían a aparecer varios ejemplares.
Bien que lo deseo, por el bien de pescadores, por el bien de una provincia y de una comarca, por el bien de esos gallos de Pluma que tienen su MUSEO en la VECILLA (León).
Perdonar
amigos criadores, lo que escribo es por vuestro bien, para que se den por
aludidos los Organismos competentes y para que nuestros Recuerdos de aquellos
vuestros antepasados, no olvidemos el trabajo que mantuvo esas razas que habéis
recibido:
Un
saludo cordial amigos y el deseo que sus Kikiriquis alegren vuestros
gallineros.
También
que perdonen los pescadores que de una forma satírica menciono en esos versos
finales, donde hablo de otros gallos y aves para hacer moscas, mencionados en
el Manuscrito de Astorga y estas letras finales que no os harían mucha gracia…
Zarapicos
reales, zorzales y estorninos…
sin
hacer ascos, a un verdigayo,
o
a un Bermejo de muladar sangriento,
Sisón
u otro bicho…..saltipajo o pato…
Y
sino, “una bola de tungsteno”
Mal
no quedaría….
que
las truchas de hoy en día….
Comen
cualquier porquería.
V.A.L.
Por siempre descansa, amigo, pescador, montañero pero, sobre todo persona.