LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona

LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona
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domingo, 28 de noviembre de 2021

Un fenómeno que “se imita a sí mismo” porque nadie continúa su labor…

 





JESÚS GONZÁLEZ PATO
, montador de Navalosa (Ávila) ha recibido el galardón más preciado del Club MOSQUEROS DEL TORMES, socio de honor con todos los merecimientos

Ha sido recientemente y en La Gaceta de Salamanca pudimos comprobar el gran ambiente que se vivió

¿Por qué nadie monta como él los mosquitos ahogados?

 

Texto: Eduardo García Carmona. Fotos: Javier de Cabo y Mosqueros del Tormes

 


Acabo de ver un video publicado en diferentes grupos de Internet por mi estimado, Javier de Cabo, secretario de mi Club Mosqueros del Tormes, de Salamanca y colaborador de La Gaceta con sus páginas semanales de pesca. Se trata de un video realizado con motivo del homenaje y galardón de SOCIO DE HONOR del club y, sinceramente, he quedado impresionado de lo visto pese a que le temblaba su pulso.

Si además, en conversación de Whasapp con Javier, éste me dice textualmente:


“Estaba el hombre nervioso porque tenía mucho público y personas grabando su montaje de moscas.

La verdad es que gozó más que un niño con zapatos nuevos.

La pena es que nadie es capaz de montar las moscas como lo hace él y se perderá su legado.

Tiene 15 patrones diferentes y nadie en el planeta monta las moscas como él. Tiene algunos patrones en los que utiliza hasta SEIS hilos diferentes.


Verlo montar te traslada al siglo de oro de Basurto, antes incluso de que apareciese El Manuscrito de Astorga”.


Qué razón tiene mi estimado Javier de Cabo. Repito, he quedado impresionado de ver como hace las moscas, su maestría, su dominio, su forma de hacer los nudos, cómo utiliza la navaja pero sobre todo, no entendía como utilizaba varios hilos de seda de montaje diferentes. No, no lo entendía.

Después de ver el video completo y el resultado final, mi impresión que no es la única, es que estamos ante un fenómeno al que nadie sigue en su labor artesanal. Una pena.


Quizás se deba a que en los años que vivimos, mayormente, nuestra juventud se dedica a otros menesteres y los que estamos metidos en años como quien esto escribe, resultaría más complicado, aunque ya me gustaría vivir cerca del ínclito.


Por lo que sea, a mí que siempre me ha gustado realizar las moscas ahogadas a la antigua usanza, con mandril de mano, la navajita cerca para cortar sobrantes y realizar toda la mosca manualmente, ya me gustaría tener las técnicas que él tiene y manejar su “sabiduría” sacada del río y alrededores, para confeccionar mis leonesas o ahogadas. Con unas clases quizás podría acercarme a lo que hace PATO, aunque igualarle sería imposible.

Lo fácil prima en éste país y muchos lugares más del mundo porque desde que tenemos “influencers” que se están forrando a costa de “ignorantes seguidores”, además de mantenidos por el gobierno de turno, sin hacer nada, a lo que se llama Estómagos agradecidos”, lo complicado es encontrar a alguien que quiera trabajar o continuar un legado “POR AMOR AL ARTE” que se dice.


A JESÚS GONZÁLEZ PATO
, pescador y montador de moscas ahogadas de Navalosa (Ávila), le conocí de pasada en tierras abulenses y no le presté demasiada atención quizás porque nadie me lo presentó y desconocía quien era y su trayectoria en éste complicado mundo de la pesca donde cada uno “mira para sí”, especialmente en éstos tiempos que corren. Ha sido al amparo del C.D. de Pesca “Mosqueros del Tormes”, club al que pertenezco, y sus dirigentes, como le pude conocer algo más pero muy poco.

JESÚS GONZÁLEZ PATO es un personaje que se deja querer nada más verle. Es bonachón y campechano, como los pescadores de antes. Es ingenioso y figura en aquello que pretende. Es


“un campesino del río” al que trata con cariño porque sabe lo que significa para su afición, como el terruño a las cosechas. Es simplemente, PATO para los amigos y conocidos un pescador enamorado del río Alberche, el “río de su vida”.

JESÚS ha recibido el galardón de SOCIO DE HONOR del club deportivo de pesca MOSQUEROS DEL TORMES y todos los que formamos ésta gran familia nos sentimos orgullosos.


Un gran acierto de Paco Redondo
y toda su junta directiva que se reunieron hace unas fechas para agasajar a éste humilde y gran montador de moscas a la antigua usanza, con patrones ideados por él mismo y que no he visto a NADIE realizar.

Un fenómeno.

jueves, 25 de noviembre de 2021

PRESENTACIÓN SOLICITUDES PARA EL SORTEO DE COTOS EN CASTILLA Y LEÓN 2022…



Del 1 al 15 de Diciembre de 2021

Tanto para pescadores como para empresas turísticas

Celebración del sorteo el día 10 de Enero de 2022

A partir del 20 de Enero, elección de cotos para pescadores y desde el 5 de Febrero para empresas turísticas

 


Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 

Del 1 al 15 de Diciembre, desde el próximo miércoles, se encuentra abierto el plazo de presentación de solicitudes para participar en el sorteo de permisos en cotos de pesca tanto para pescadores individuales como los reservados a empresas turísticas correspondientes a la


temporada 2022.

Toda la información está disponible en los siguientes enlaces:

 

-         Sorteo de cotos de pesca 2022:

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https://medioambiente.jcyl.es/web/es/caza-pesca/sorteo-cotos-pesca.html

         Sorteo de permisos turísticos en cotos de pesca 2022:

https://medioambiente.jcyl.es/web/es/caza-pesca/sorteo-permisos-turisticos-cotos.html

 

FECHAS

Las principales fechas de referencia en relación con los COTOS DE PESCA:


         Plazo de Presentación de solicitudes: 1-15 Diciembre de 2021

         Celebración del Sorteo: 10 de enero de 2022, a las 12:00 horas

         Resultado público de solicitantes y franjas de llamadas: 12 de enero de 2022


         Elección de los permisos: A partir del 20 de enero de 2022 según el orden del sorteo y del 5 d Febrero para turísticos.

         Plazo máximo de asignación de permisos: 2 de marzo de 2022

Sobrantes, a partir del 9 de Marzo de 2022

domingo, 21 de noviembre de 2021

En la pesca y en los ríos todo lo “dicho ayer” sirve para hoy…

 


En Pescarmona les ofrecemos la primera conferencia pronunciada por el autor de ésta página en la Semana Internacional de la Trucha de León en 1989

La preocupación por la naturaleza ayer, se incrementa hoy y todas las referencias continúan vigentes…

Las diferentes clases de pescadores, una anécdota en el río Órbigo…

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


Rebuscando entre los pocos papeles que aún con
servo de cuando escribía de pesca en Diario de León, dónde todavía la informática estaba en “pañales” y había que presentar los trabajos en folios escritos a máquina de aquellas Olivetti, he encontrado las cartas de la problemática que surgió entre Jesús Pariente y una serie de colaboraciones de otro Jesús, de apellido García, abogado que lo era de profesión y que había aportado detalles del Manuscrito de Astorga.


También un pregón de 1977 pronunciado por MODESTO FRAILE POUJADE
, político de la transición que falleció en 1994, y que abría aquella Semana Internacional de la Trucha.

Entre papel y papel, como “entre col y col”, apareció una “lechuga”, la mía que estaba fecha en Junio de 1989.

Fue mi primera y única conferencia dentro de la Semana Internacional, que no la primera porque, hasta en El Albéitar de nuestra Universidad de León, diserté de pesca.

Aparecieron otros documentos pero, desgraciadamente, en mi viaje a las islas afortunadas donde residí casi siete años en Las Palmas de Gran Canaria, perdí o destruí un buen montón de ellos porque había que acudir “ligero de equipaje”.

Eran otros tiempos y como ya sobrepaso los setenta de edad, va siendo momento de vivir más del recuerdo, además del día a día, que también.

La conferencia la ofrezco para demostrar que en pesca está “prácticamente” todo dicho.

 



EL PESCADOR

(Conferencia pronunciada por E. Gª Carmona el 22 de Junio de 1989, a las 20 horas en la Obra Cultural de Caja León, en la calle Santa Nonia, 4)

 


Buenas tardes señoras y señores.

Hay que ser, o haber sido pescador, para conocer el goce infinito de lo que es la pesca de la trucha en nuestros ríos.

Para ser pescador hace falta, ante todo, ser el mejor amante de la naturaleza aunque parezca paradójico por aquello de matar los peces para satisfacer una afición, un vicio o un deporte que esto último no lo tengo muy claro.


El pescador vive la belleza de la primavera, el rigor del verano, la caricia algo triste del otoño y la dureza del invierno. El pescador conoce como pocos la vida de los insectos, el sonido del agua al salpicar cuando choca con las rocas, el instinto de los animales, la grandeza de las montañas y el verde resplandor de las praderas. A veces, el pescador no se da cuenta que forma parte de ese complejo mundo natural que le rodea y, de una u otra forma, daña el entorno que le rodea o acompaña.


El pescador, a veces, es tan egoísta que sólo ve su caña, el río y la trucha olvidándose de todo lo demás. En otras ocasiones, espera su oportunidad agazapado junto al matorral de la orilla y, ante la trucha ofrece su sabiduría para intentar engañar a la pieza fundido en la naturaleza sin alterarla para no ser descubierto y gozar al máximo del espectáculo que a cada momento le ofrece el río.

Quiero dejar claro que existen muchas clases de pescadores aunque,  pescadores o pescador de verdad sólo hay UNO: el que se guía por su intuición respetando al máximo la naturaleza.


La pesca con caña por circunstancias propias es una pasión libre y natural. Cada uno dispone a su libre albedrío de optar por una u otra modalidad de pesca y demostrar si la pesca es considerada o no deporte, afición o el vicio más democrático. Por lo tanto, no existe razón para que el pescador que utiliza la lombriz como cebo, sea criticado o menospreciado por los que pescan a otras modalidades como la pesca a mosquito ahogado, buldó o a la leonesa, si hablamos de lance ligero, o a mosca seca, sin olvidar la cucharilla. Claro que éstas últimas son más elegantes o limpias pero, ¿de qué se trata el acto de pescar? ¿De elegancia o de limpieza?


Estriba en saber engañar a los peces, a la reina de nuestros ríos, la singular trucha común o “pintona”, que así la llaman. No se puede “mirar por encima del hombro” a un pescador de cebo natural o, como últimamente, al pescador de cucharilla porque utilice lombriz o el “hierro” para pescar. Ninguno puede considerarse mejor por utilizar sólo la mosca ahogada o seca. Hay que saber adaptarse a las circunstancias del lugar y el momento de pesca elegido.


La facilidad en la pesca no tiene aliciente. Cuanto más difícil se pone una trucha para ser engañada, mayor es la satisfacción. El mejor indicador para utilizar un arte de pesca u otro es la propia naturaleza que nos rodea y el río donde vive. Los peces nos demuestran con sus movimientos lo que comen en cada momento. Sólo es observar porque la ocasión de engañarla, seguro que llegará. Ese es el verdadero pescador, el pescador de verdad que acude al río a disfrutar no sólo a por pescado.

También existe el pescador completo que no es otro que aquel que sabe utilizar cada elemento que le acompaña en el momento preciso. Aquel pescador que se niega a pescar a uno u otro arte en cada momento y sólo pesca a mosquito ahogado o a la mosca seca, ignorando la cucharilla o el cebo, no es un pescador completo. Tampoco lo es aquel que, como no es la hora de la pluma o la mosca seca, se sienta en la orilla o se marcha para el bar, que los hay. Otra cosa es sentarse en la orilla para observar a los peces e intentar saber lo que comen porque, comer, comen tarde o temprano.


Pescar sólo a cebo natural o un arte determinado de la pesca artificial, es un error porque cada arte, utilizada en sus momentos oportunos, nos ofrecerá satisfacciones y rendimiento.

Algunos pensarán que si todos fuésemos pescadores completos terminaríamos con las truchas cuando, las truchas se terminan con por “otros descuidos” humanos como la contaminación y otros deterioros constantes que sufre la naturaleza. No es pescando legalmente como se termina con la trucha. No lo es siempre que actuemos con orden y disciplina de amante de la naturaleza.


Algunos apuntan a que “cuantos más pescadores en el río, más truchas” y no les falta razón. Los pescadores de verdad son los verdaderos guardianes del río y la naturaleza. El pescador es, y será siempre, el mejor guarda del río aunque, también, es el más perseguido.

Existen muchos aficionados a la pesca que lo único que pretenden es llenar sus cestas cuando lo importante es disfrutar en plena naturaleza o pasar una jornada en el río con los amigos.

Otros, cargan sus chalecos con centenares de moscas y mosquitos y utilizan varias cañas, que tampoco están de más si sabemos utilizar cada una cuando pescamos a un arte u otro. No es necesario tener una “colección de cañas último modelos” para salir al río a disfrutar. Los que llevan tanto artilugio o cañas, son los ansiosos que todo lo quieren.


Otros pescadores mientras están pescando hoy, ya están pensando en el mañana, sin darse cuenta de que nunca existen dos días iguales para engañar a las truchas. En la pesca no se puede disponer hoy de lo que se va a hacer mañana y menos guiarse por lo que se dice en el bar o en la tienda de pesca donde nos reunimos para hablar de experiencias. Efectivamente, puede servir de guía para lo que se puede hacer cuando se va al río al día siguiente pero, toda la información que acumulamos sirve sólo para eso. Cuando llegamos al río es donde sabemos lo que podemos o no hacer, una vez visto el estado del río y tras observar lo que está ocurriendo en plena naturaleza. Incluso de ésta forma podemos equivocarnos pero siempre sobre el terreno se debe decidir.


En León, como en otros muchos lugares, somos dados a pescar a un solo arte y desde que apareció la mosca seca como “la salvadora” del pescador, parece que quien no la utiliza no puede pescar o no es un  pescador completo. Apuntan que es el arte definitivo y quienes así piensa creo que están equivocados. Efectivamente, es el más bonito para engañar a las truchas en superficie pero cada arte de pesca tiene su sitio y momento en el río.


Un factor muy importante para pescar es LA MORAL que tenga el pescador que en muchas ocasiones se confunde con las ganas de pescar. Sin moral, habilidad o ánimo, todas la experiencias en ésta vida, fracasan.

No hace muchas fechas, encontré en la orilla del río Órbigo, en Cimanes del Tejar, a un pescador de unos 80 años. Después de mucho observarle, comprobé que pese a ser un verdadero artista con la caña a sus años, sólo utilizaba el arte del mosquito ahogado y en cada lance sólo sacaba los propios mosquitos y la boya. Me acerqué y dialogué un buen  rato con él publicando días después todas sus experiencias contadas. Fue en una entrevista que reseñé en las páginas de pesca de Diario de León.


Recuerdo que me decía alardeando que “mosquito grande, trucha grande y mosquito pequeño, trucha pequeña”. A quien piense como éste ribereño del Órbigo le puedo decir, y que está mayormente comprobado, es que si las aguas bajan claras y climatológicamente el día está soleado, son los más diminutos mosquitos los que suelen tomar las truchas y si las aguas bajan altas y algo tomadas y el día está nublado, son las moscas de mayor tamaño las recomendadas. En

ambos casos existen excepciones como la experiencia del pescador, la intuición y la destreza a la hora de presentar el engaño dependiendo del tamaño. El premio siempre será el mismo: disfrutar en la acción de pesca en cada momento y respetar el medio natural.

Quien sabe respetar la naturaleza, se respeta a si mismo por lo que estar concienciados con ésta cuestión es una de las grandes asignaturas para todo pescador con sentido y visión de futuro.

lunes, 15 de noviembre de 2021

LA INQUISICIÓN LLEGA AL RÍO POR INTERNET…

 


“Hijo de puta, no es quien de puta nace, sino quien putadas hace”
, dicen en mi pueblo…

La guardería en El Principado de Asturias está para vigilar el río o para ver páginas de pesca y videos, que también…

Un pescador podría querellarse contra el guarda mayor del Cares y el organismo público responsable

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


Nunca más lejos de intentar “agredir por escrito” con segundas intenciones pero, el caso es de “juzgado de guardia”.

Hace casi dos años, más o menos, el 14 de Julio de 2020, “se obtiene un video con imágenes de un pescador en el ejercicio de dicha actividad, siendo identificado.

Visto el video y ante la posible comisión de infracciones a las Normas de Pesca en aguas continentales, se pide al guarda mayor de la cuenca del Cares (en el video aparenta ser la cuenca del Cares), identifique la zona concreta de la grabación y los comentarios que estime oportuno”.

Así figura en la notificación de la Dirección de Medio Natural. Servicio de Vigilancia y Control de Biodiversidad del Principado de Asturias.


Dos días más tarde, el GUARDA MAYOR DE LA CUENCA DEL CARES/DEVA, remite informe en el que se identifica la zona y pescador.

El guarda mayor que, seguro, aquel día estaba en el coche, en casa o sabe Dios donde, envía un informe en el que asegura que el pescador vulnera la tira de artículos de la Normativa del Principado de Asturias que se pueden ver en las fotografía que se adjuntan de la denuncia.

Todo esto ocurrió un día de pesca en el Coto de Rubena, río Cares (Asturias) y el video lo publicó Pescarmona en su página de Facebook.

La infracción está calificada de GRAVE y se propone una SANCIÓN DE 1.500 EUROS.


Hasta aquí perfecto. Además se acompañan fotogramas extraídos del video publicado.

Toda la denuncia, a mí personalmente, me parece UNA INCONGRUENCIA y desfachatez, más cuando se hace referencia en OBSERVACIONES a la POSIBILIDAD de que el pescador estuviese EMPLEANDO ANZUELOS CON MUERTE EN LA CAPTURA DEL SALMÓN.

Estimado guarda mayor de especies silvestres del Cares/Deva, mal estamos cuando se insinúa algo así SIN PODER COMPROBARLO porque, “si mi abuela tuviese barba, no sería mi abuela, sería mi abuelo”, digo.

Como el tema está en manos de ABOGADOS, tampoco me extrañaría que el pescador “siguiese con la denuncia” pero, en éste caso contra EL GUARDA MAYOR y el propio organismo del Principado de Asturias.


Señores, no se puede DENOSTAR ni perjudicar a un pescador de competición que en todo momento sabe lo que tiene que hacer pero que, en momentos “delicados” puede subir y bajar en una zona del río para poder manejar su captura.

Otra cosa, estimado guarda mayor, ¿CUÁNTO TIEMPO ES SUFICIENTE PARA SACAR UNA CAPTURA DE LA SACADERA Y DEVOLVERLA AL AGUA?

En la Normativa del Principado, “ni ayer, ni hoy” pone LOS MINUTOS O SEGUNDOS. ¿Entonces? No le veo a usted en las competiciones oficiales de la Federación de Pesca cuando el pescador sale con la captura en la sacadera varios minutos, incluso, hasta que cruza el río, para que se captura sea medida con su correspondiente manipulación y colocación en el medidor que, para mi es mucho peor que hacerse una o varias fotografías para inmortalizar el momento.


Ah claro, la Federación de Pesca tiene bula, ¿no?

Me parece muy grave DENUNCIAR POR DENUNCIAR sin haber estado presente en el acto de pesca y sólo guiarse por un video publicado que, también pero, para eso están las investigaciones CIENTÍFICAS O NO, pero investigaciones, no SUPOSICIONES.

Si al pescador el Principado de Asturias pide una sanción de 1.500 euros. ¿Cuánto puede pedir el pescador por DAÑOS Y PERJUICIOS en su caso?

Lo dicho en muchas ocasiones, mientras los furtivos “campan a sus anchas” por los ríos de Asturias, se persigue al pescador que si es denunciado “in fraganti”, NUNCA LE DEFENDERIAMOS por su actitud pero, estimado GUARDA MAYOR DEL


CARES/DEVA, no se puede denunciar “desde la cama” cuando su obligación es estar en el río que para eso le PAGAMOS.

Y ahora, vaya y denúncieme a mí por escribir esto y haber publicado el video en cuestión.

Manda güevos… no es de extrañar que en mi pueblo digan que “hijo de puta, no es quien de puta nace, sino quien putadas hace”.



domingo, 14 de noviembre de 2021

POR LOS CAMINOS DEL MANUSCRITO DE ASTORGA, capítulo 4…y último

 

Mosca del Manuscrito regalada por José Luis García González al Museo del Gallo de León


“La Historia cronológica del hallazgo del MANUSCRITO DE ASTORGA”…


Y el Manuscrito de Astorga y la Pesca a la Leonesa. ¿Qué fue antes? una pregunta de José Luis García González, en Diario de León

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 

Deshecho el “entuerto” de lo publicado en las páginas de pesca de Diario de León, en 1990, tras lo publicado en los tres capítulos anteriores, sólo resta publicar “La Historia cronológica del hallazgo del MANUSCRITO DE ASTORGA” documento remitido por el propio JESÚS PARIENTE DÍEZ y, que había aparecido anteriormente en la revista Tierras de León.

Esta es la transcripción completa de lo solicitado por el señor Pariente:


“La primera referencia sobre el Manuscrito llegó a nuestro conocimiento de la mano del ilustre leonés D. Julio del Campo, el cual lo llevó a la armería de Néstor Alonso para que como documento histórico y curioso fuese examinado y conocido por los pocos pescadores de aquella época.

Nada sabemos de cómo ni el cuándo llegó el  tal documento a pertenecer a nuestro convecino. Lo que sí sé, a través de mi animosa correspondencia con Louis Carrére, que fue el primero que valoró y divulgó su importancia, que en la primavera de 1935, se acercó a pescar en los ríos de León, acompañado por D. Alfredo Mahou, el popular cervecero de Madrid.

Al proveerse de moscas leonesas en la Armería Alonso vieron el documento y mostraron gran interés por él. Marcelo Pérez Nava, que además de pescador, era un gran aficionado a la fotografía, les entonces unas copias de la portada y algunas de sus páginas, que sirvieron de base a Carrére para editar en 1937 su libro, “Techniques modernes de la mouches noyée”, en el que se mezclaban los manuscritos de Juan de Bergara, de 1624, y el de Luis Peña, de 1825.


Al fallecimiento de D. Julio del Campo con fecha 8 de Enero de 1937, su sobrina y única heredera, Dª Victoria González del Campo junto con su esposo, Manuel Díez, hicieron una limpieza general de su taller de escultura y de constructor de obras, que tenía D. Julio en la calle Ordoño II, 25, y quemaron todos los cachivaches y papelotes que almacenaba. Les ayudó en esa tarea su convecino y amigo, Marcelo Pérez Nava, el cual iba seleccionando lo que servía y lo inútil. Así llegó a sus manos y se salvó de la hoguera el Manuscrito de Astorga, el cual, como ya dijimos estaba unido al de Luis Peña.

Cuando el referido libro de Louis Carrére fue reeditado en 1957, el escritor y pescador catalán, Juan Francisco Llatjós, se interesó por su edición en español y consiguió que se publicara con la editorial Poulide en 1963.


Antes de hacerlo y durante los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre, de 1958, publicó lo que se conocía del documento, en la revista Caza y Pesca de Madrid, lo que sirvió para que Felipe Amigo Quirós y yo nos interesáramos en la búsqueda del Manuscrito.

Las oportunas gestiones nos llevaron a Madrid, lugar de residencia del matrimonia Díez-González del Campo, los cuales se habían olvidado de su posesión y tardaron mucho tiempo en dar con él y al fin encontrarlo en un apartado rincón de su biblioteca.

Mientras nos llegó la noticia de la aparición, que dio a conocer Amigo Quirós, en la revista Caza y Pesca del mes de Setiembre de 1959 publicamos varios artículos en esa revista  en los cuales dábamos a conocer la importancia histórica de ese documento, al que suponíamos perdido, al igual que los otros libros que le sirvieron de copia.


A partir del momento de su hallazgo, la Federación Leonesa de Pesca, hizo gestiones para que la Diputación de León adquiriera ese documento como patrimonio provincial, cosa que se consigue pero, para regalárselo al Jefe del Estado con ocasión de su visita a esta ciudad el 11 de Julio de 1964; el general Franco, como buen pescador, tuvo siempre en gran estimación ese regalo.

Aprovechando ésta ocasión, mandé sacar unas fotografías a, Manuel Martín (Foto Exacta) que me sirvieron de base para el trabajo publicado por la Diputación de León en 1968 con el título “Entorno al Manuscrito de Astorga y la pesca de la trucha en los ríos de León” en el cuál, y por vez primera, se da a conocer la transcripción completa del mismo y del de Luis Peña, como dos manuscritos diferentes.


Unido a ellos y como remate de unos trabajos sobre clasificación de insectos que realicé en 1963, publiqué un nomenclátor de insectos con el deseo, no sé si logrado, de actualizar las enseñanzas de los dos primeros.

Como continuación a aquellas investigaciones, publicó la Editorial Nebrija, en 1979, otro libro mío titulado “La Pesca de la Trucha en los ríos de León”; hoy se encuentran los dos agotados.

Como remate y fin de éstos trabajos sobre el conocimiento y difusión del Manuscrito de Astorga, el cónsul general de Dinamarca en Madrid, D. Erling V. Kikegárd, como buen pescador, patrocinó, como ya dijimos, una cuidada  versión en español, inglés y francés, editada por “Flyleaves”, con numeración reducida, a principios de 1984. Y un año después salen al fin éstas laboriosas memorias rematadas también con el Manuscrito de Astorga.


Para terminar quisiera informar a nuestros lectores el actual paradero de ese documento. La verdad es que no lo sé y todo son rumores sin ninguna confirmación, digamos oficial.

Lo único cierto e indudable es que el Manuscrito, debidamente presentado, fue regalado al desaparecido Jefe de Estado, como testimonio de adhesión y afecto del pueblo leonés y que el mensaje de ese pueblo obliga a quien lo recibe a su conservación, ya que nunca un regalo puede ni debe ser mercancía que se vende.

Por tanto ese regalo, como todos los que le entregó el pueblo español, deben de ser patrimonio común a través de la Fundación Francisco Franco, a cuyo cuidado y conservación deben quedar y en todo caso decidir si deben volver a las comunidades de origen.


Particularmente creo que el Manuscrito no está perdido y que tarde o temprano nos dará fe de su destino. Si ese destino ha sido perderlo en una subasta londinense, como dicen cuando corregimos por última vez éste escrito, lo sentimos por la persona que negoció ese documento de nuestra historia provincial, al cual nuestras autoridades no han prestado la atención merecida, y que ha sido el motivo apasionado de mi trabajo y el que inspiró mi tarea de escribir tres libros.

En todo caso y en cualquier situación, sus fotocopias, su transcripción paleográfica y su mensaje a todos los pescadores del mundo, ya no se perderán jamás.

Hasta aquí las publicaciones POR LOS CAMINOS DEL MANUSCRITO DE ASTORGA en Pescarmona pero, como anunciamos en los titulares existe un artículo del autor del libro PLUMA, SEDA Y ACERO. Las Moscas del Manuscrito de Astorga, el leonés, JOSÉ LUIS GARCÍA GONZÁLEZ que no tiene desperdicio: El Manuscrito de Astorga y la Pesca a la Leonesa. ¿Qué fue antes?, artículo aparecido el pasado 8 de Noviembre en Diario de León.


EL MANUSCRITO DE ASTORGA Y LA PESCA A LA LEONESA. ¿QUÉ FUE ANTES?

Una gran pregunta lanzada por José Luis parecida a la del “huevo y la gallina”. Aquí reside la cuestión.

Hace unas fechas en éste mismo blog, dedicados dos artículos de VENANCIO ÁLVAREZ LÓPEZ “Ciempiés” dedicados a los gallos de León donde su autor reflexionaba sobre la dejadez por parte de las instituciones para con LOS GALLOS DE LEÓN. Sobre éste particular no quiero incidir porque el amigo Venancio, que en gloria esté, tenía toda la razón y casi “predicaba en el desierto”.


Con la Pesca a la Leonesa y el Manuscrito de Astorga, desafortunadamente, ocurre más de lo mismo. Líneas más arriba tienen ustedes la respuesta con la HISTORIA CRONOLÓGICA DEL HALLAZGO DEL MANUSCRITO, que en 1990 se publicó en Diario de León, en las páginas de pesca que realizaba un servidor y, con anterioridad, en la revista TIERRAS DE LEÓN. Sobre éste particular poco o nada más que añadir pero sí añadir que TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS.

Si el libreto del Manuscrito se regaló a la máxima autoridad de España en aquellos años y desapareció posteriormente, mientras aparece o no, tenemos la transcripción paleológica (sabemos que no es lo mismo), y las fotocopias del original que, al menos, no han desaparecido.


También tenemos LA PESCA A LA LEONESA, que tarde volvió a reconocer y que muy pronto la JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN quiso “abandonar” o dejar de apoyarla porque quizás era “menospreciar” a otras regiones de la autonomía, pregunto.

El resto de las provincias de la autonomía deberían sentirse orgullosas de que la PESCA A LA LEONESA figurase en la Normativa de Pesca e incluso, que el coto de Valdepiélago estuviese dedicado a la pesca a éste arte única y exclusiva pero, no, la Junta volvió a “cargarse” el acierto que había tenido tras “las rogativas” de varios colectivos leoneses. Qué pena.

Réplica de las Moscas por J.L. García

Ahora, tenemos que salvar otra vez la “denominación de origen” de una pesca que es nuestra, no sólo de los leoneses. Es de todos pero que lleva el nombre de León por todas partes y da prestigio a un arte que nació en León y llegó a todo el mundo. Eso parece que no importa y, también, se lo quieren cargar. Creo que les va a resultar complicado señores de la Junta porque el Manuscrito, aunque perdido, es la madre de la PESCA A LA LEONESA y sin ésta, quizás no hubiese visto la luz el MANUSCRITO DE ASTORGA pero claro, para éstas dos vertientes tengan IDENTIDAD PROPIA faltan los GALLOS DE LEÓN y estos están en precario y sólo la iniciativa privada parece querer “tirar” por ellos para que no desaparezcan.

José Luis tiene toda la razón y, aunque, no tengo respuesta para su pregunta de lo que fue antes, si “el huevo o la gallina”, si tengo respuesta: LA LLAMADA A LOS PESCADORES y a las autoridades pertinentes para que LA PESCA A LA LEONESA Y LOS GALLOS DE LEÓN tengan una protección acorde con lo que significan para ésta tierra.


Ojo, LA PESCA A LA LEONESA no es pescar a boya, es pescar con las moscas del Manuscrito o similares a varal o con las técnicas de hoy cambiando la boya de corcho o madera para el lanzado, por la boya de goma con agua pero siempre utilizando las moscas confeccionadas con pluma de gallo de León o mezclándolas con las de otras aves, como se apunta en el Manuscrito y colocándolas en ese orden de: ahogadas, semi ahogadas, semi bailarina o bailarina o saltona. Esto lo explica mucho mejor mi estimado José Luis en su libreto LA PESCA CON MOSCA LEONESA O PESCA A LA LEONESA.

Y mientras, mantengamos la esperanza de que algún día APAREZCA El Manuscrito de Astorga que nunca debió ni regalarse, ni desaparecer.

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