LIBROS PUBLICADOS POR Eduardo García Carmona

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sábado, 15 de febrero de 2025

Mis amigos de la pesca, JOSÉ MAJO MARTÍNEZ "Pepín Cirolín"...

 



JOSÉ MAJO MARTÍNEZ
autor de la saltona de "Pepín Cirolín"…¡¡¡única para miles de aficionados…!!!

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona y otros

 

Cirolín, El Abuelo y Chematu

JOSÉ MAJO MARTÍNEZ
, un leonés que sabe “poner música a sus moscas”, es protagonista por triple motivo: la música, la pesca y el montaje de artificiales.

Si su abuelo, Silvestre Majo, levantase la cabeza hoy sería el hombre más feliz del mundo y, seguro que lo será allá “en las alturas” o donde esté.

Si el abuelo fue famoso en toda la ribera del Órbigo por ser un excelente “chapuceador” más, incluso, que el padre de mi estimado

En su casa en la mesa de trabajo

escritor, periodista y pescador,  Pedro García Trapiello. Si Silvestre su abuelo viviese estaría orgulloso de los logros del nieto, JOSÉ MAJO MARTÍNEZ, nacido en Benavides de Órbigo (León),  como su tío Silvestre Majo Martínez, del que todos creíamos que era su hermano por aquello de los mismos apellidos.

Mostrando sus habilidades

Su afición a la pesca le viene de familia pero cuando “se lanzó” al río definitivamente, fue porque su vecino “Pastorín” le daba envidia. Este hombre, a diario, llevaba la cesta llena de truchas para casa y un día Pepín le preguntó: ¿a que las pescas? Este le dijo que a cucharilla.


Buena la hizo Pastorin porque, Pepín Cirolín a quien conocían en toda la ribera por éste apodo debido a la orquesta en la que tocaba con su familia, salió al río con la caña y una cucharilla de café. Claro, no rascó bola. Eran los años 60 del siglo pasado.

Pepín ya era un buen montador de moscas leonesas o ahogadas para pescar a pluma, que así se decía antes.


Como se hizo montador de moscas, muy sencillo. Los jóvenes de antes tenían todo tipo de inquietudes y si en la ribera del Órbigo el río más mosquero de León, se pescaba a pluma y ya se veían los primeros pescadores de seca llegados, especialmente, de Francia, él no iba a ser menos. Mosca que conseguía, la deshacía para ver sus entrañas.
Saltona de Pepín Cirolín

Así, poco a poco, fue descubriendo los entresijos de la confección de moscas y mosquitos de pesca. Nadie le enseñó pero, con lo listo que era, lo mismo tocaba la trompeta en la orquesta Los Cirolines que confeccionaba las mejores saltonas y pardones de León.

Le recuerdo en su propia casa, en Benavides de Órbigo, cuando en el inicio de Televisión de León, grabé un especial con Cirolín montando un Pardón, mosquito que pesca muy bien en el inicio de temporada. Me sorprendió la ternura de trato hacia las sedas, plumas y brincas. La paciencia, la sencillez de explicación y la perfección del acabado.


Si su abuelo Silvestre era el mejor “chapuceador” de la zona, Pepín lo ha sido con la caña en la mano. Quizás no el mejor pescador, pero casi.

En los comienzos de los años 80, JOSÉ MAJO MARTÍNEZ fue campeón provincial de pesca de salmónidos mosca en dos ocasiones y acudió al Campeonato de España donde no tuvo fortuna en ninguna de las dos ocasiones. La primera, en Canchanchú, no pescó nada. La segunda, en Salamanca, en Galisancho, no había casi agua y sacar una trucha era casi ser campeón de España, según me contaba.


Mejor le fue con Los Cirolines, la orquesta de moda en la época junto con Los Paladines. Pepín tocaba la trompeta, y cómo la tocaba. Qué pulmones para tan diminuto cuerpo, decían algunos.  Un fenómeno.


En recuerdo a sus muchos años y con honores de campeón en personalidad y montaje, puedo asegurar que la “saltona y el pardón” confeccionados por Majo Martínez, además de ser dos de sus moscas favoritas, lo son de muchísimos pescadores. Pepín las confecciona como ninguno. Son únicas y con personalidad.


Ahora, metido en años y con menos visión y pulso continúa en la brecha realizando exhibiciones de montaje y, por aquello de que “quien tuvo retuvo” es un artesano del montaje de moscas para la pesca que entrará en la historia por derecho propio, tanto en el apartado de moscas leonesas como sus imitaciones de mosca seca.


Gracias amigo, JOSÉ MAJO MARTÍNEZ, por mostrarme en tu propia casa como se hacen las moscas y aunque metido en los 80 años, aún tienes mucho que enseñar a las futuras generaciones.

sábado, 8 de febrero de 2025

Mis amigos de la pesca: RODRIGO PRADO NÚÑEZ, "Lachis"...



RODRIGO PRADO NÚÑEZ,
Lachis Padela Vida, “un gallego-leonés” enamorado de los ríos del viejo reino que posee su “propio territorio pesca”

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


“LACHIS PADELA VIDA”
es un seudónimo de una persona a la que admiro por muchos motivos. Su verdadero
nombre es RODRIGO, de apellidos, PRADO NÚÑEZ y, aunque LA PARDELA es ave marina prolija por tierras Canarias, una de las más amenazadas, ave que vigila desde lo alto esperando el momento propicio para atrapar algo en tierra o agua, ha de tener cuidado con “la Padela de Lachis”, porque este gran aficionado a la vida, la pesca y la naturaleza, “ojo avizor”, siempre está listo para atacar al infractor en estos tres conceptos. Bien le conocen en Matallana de Torío, su “territorio pesca”, zona en la que suele vivir muchas épocas del año y  que debería escribir con letras  mayúsculas.


Padela
es también, una ruta de senderismo en Requejo de Valverde (Galicia), con subida a la montaña de Padela desde donde la vista panorámica es hermosa con un valle espléndido de naturaleza y colores en una zona boscosa de robles y en cinas.


Ahora comprendo algo lo del apodo “Lachis Padela Vida” o sobrenombre elegido por el que se diferencia sobremanera, con intuición y amor a la naturaleza.

Rodrigo Prado Núñez es una persona singular y única. Sus escarceos a la orilla del río Torío sirven para observar, vigilar y controlar todo tipo de acciones en


favor de la naturaleza. Bien le conocen en la zona y por algo es reconocido por quienes como él desean un futuro más digno para esos ríos maltratados, para esa naturaleza subyacente que reinicia sus ciclos cada año y cada vez está más en peligro.


Las jornadas de pesca en su “territorio” lo son por derecho propio y herencia. Posee una casa a pie del río que, por estar tan cerca y poder acariciar sus aguas desde la puerta, ha padecido la embestida enfurecida de un Torío enojado por el maltrato habitual que le infringen cada temporada y quizá por ello, se desborda algún invierno dejando la impronta de su paso, justo a la puerta de su casa.


Curioso, las truchas continúan en su sitio y las piedras también, aunque más limpias que de costumbre, cuando las aguas vuelven a su cauce, por lo que los aficionados tendrán menos resbalones.

Es complicado escribir de una persona a la que admiras, aunque podría ser todo lo contrario. En éste caso es imposible escribir algo “malo” de este gallego-leonés enamorado de esta su segunda tierra, León, y su naturaleza, especialmente los ríos y todo “lo que se menea en ellos”. Si algo se le puede “reprochar” es que “no tiene ni idea de jugar al mus” o es que con  sus gafas de lentes oscuras, no me deja ver las señas y los guiños.


He tenido la gran fortuna de sentirme muchos años feliz y contento a su lado y espero que muchos más. De pesca hemos estado en múltiples ocasiones, especialmente en “su río Torío” pero, por suerte, por muchos lugares más de la geografía leonesa y hasta en La Patagonia chilena.


Precisamente en las distancias cortas, RODRIGO PRADO
NÚÑEZ, gana muchos enteros por su amabilidad y compañerismo. Fue en Chile donde a lo largo de doce días compartimos pesca, vivienda, compañeros y alimentos demostrando sus valores hacia los demás, su respeto y saber estar en todo momento.


De las jornadas de pesca que hemos disfrutado solos o en compañía de otros amigos, les puedo apuntar que le faltaba tiempo para mostrar todo su saber en la pesca a sedal pesado y sus conocimientos para pescar a todas las artes. Es un fenómeno y las maneja a la perfección.


Gracias a él, formé parte de la Asociación Pescaleón, de la que fue uno de sus creadores, grupo que abandonamos a la vez por discrepancias con la junta directiva.

Tiene un don especial para dialogar con “la gente menuda” porque los niños son su “pasión de enseñanza” a la hora de hacerles ver y sentir la naturaleza. Por si fuese poco, sabe escuchar don que cada vez tienen menos personas. Un  gran don para ser escuchado, también. Una excelente persona.


Como pescador es un maestro y no porque pesque más que nadie, sino porque sabe transmitir todo lo que lleva dentro y es fácil comprender todo lo que aconseja.

Maneja todas las artes de pesca como apuntaba. Últimamente le ha dado por el Tenkara, arte del que se ha convertido en un virtuoso.


Con “la pluma” y no de La Cándana, es un autodidacta superior porque, cada artículo que escribe lo hace mejor y mejor, sobre todo cuando se recrea con la naturaleza.

En la bodega de Guillermo

Tiene una buena “pluma” cuando debe narrar circunstancias vividas o informar en sus artículos en la prensa diaria, en La Nueva Crónica de León. Plasma como pocos la realidad de los ríos y sus momentos para pescar.


RODRIGO PRADO NÚÑEZ
, ha escrito un libro con sus conocimientos de pesca y, aunque no ha sido editado por empresa alguna, él solito ha conseguido hacer una pequeña tirada. Ha sido prologuista del último libro de Editorial Sekotia, colección a mosca, de título, GUÍA PRÁCTICA EN LA ACCIÓN DE LA PESCA A MOSCA. Cuándo, por qué y cómo se hace (2021), cuyo autor es Diego Miguel Betrián.


En el mar, es un pescador “a pulmón” que recorre algunos riscos y piedras para extraer esos pulpos que tanto aprecian en su tierra y en todas partes. También buenos peces.

Además, la pesca la comparte con los amigos en la bodega de Guillermo donde hace de cocinero


mientras, Bachiller y otros invitados se dedican a preparar parte de lo que aportan: queso de La Peral, chorizo y salchichón de León y lo que sea menester. La sidra asturiana nunca falta. Es un virtuoso en la cocina de bodega con los amigos donde realiza un pulpo a la gallega único. Primero, porque suelen ser pescados por él. Segundo, porque sabe darle el toque perfecto para que esté tierno, aliñándole como mandan los cánones gallegos, su tierra con buen aceite de oliva, pimentón y el toque de sal perfecto.


Un orgullo, RODRIGO PRADO NÚÑEZ “Lachis”, poder tenerte en la nómina de “mis amigos de la pesca” y espero que esa amistad se prolongue a lo largo de muchos años más pero, no te olvides de que “me debes una salida al campo para recoger hongos”, otra de tus aficiones y un poco, también, la mía. Gracias.

viernes, 31 de enero de 2025

Mis amigos de la pesca, JOSÉ LUIS GARCÍA GONZÁLEZ, sensaciones de estar pescando en 1624...

 



JOSÉ LUIS GARCÍA GONZÁLEZ
, autor del libro “Pluma, Seda y Acero. Las Moscas del Manuscrito de Astorga”.
Sensaciones de estar pescando en 1624

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 


JOSÉ LUIS GARCÍA GONZÁLEZ
, es un leonés nacido en 1966 al que los pescadores de esta especialidad,  deberían hacerlo un monumento por lo que está haciendo por León y la pesca a la leonesa, así como por su trabajo en rescatar lo más profundo de nuestros antepasados en la pesca con varal y moscas leonesas.


Pese a desearlo, nunca había podido pescar en compañía de Juan de Bergara y Lorenzo García, como así se les conoce en el mundo del "manuscrito y el celuloide" en el documental “Escrito con Plumas”. Me refiero a esos dos magníficos amantes de la pesca a la leonesa que desarrollaron nuestros ancestros y

que demuestra una vez más que en esto de pescar todo está inventado desde mucho antes de 1624, aunque esa fecha signifique el inicio del Manuscrito de Astorga que todos conocemos sin llegar a "palparlo" y que llegamos a "adorarlo" por su significado para León y los leoneses, y que otros muchos desechan sin darse cuenta de que estamos, desde entonces, con la pesca definitiva. Lo demás, amigos pescadores, son inventos para pescar. Me explico.


He sacado mis dos primeras truchas a varal y únicas de momento, con las moscas del Manuscrito de Astorga emulando a los maestros Juan de Bergara y Lorenzo García. En el varal de avellano, dos varas empalmadas a la antigua usanza con bramante, sólo llevaba un puntero del que pendía un trenzado realizado con "crines de caballo", como manda el Manuscrito. Un empalme, hilo o bramante y dos moscas auténticas del Manuscrito, de las que

llegó a descifrar y confeccionar JOSÉ LUIS GARCÍA GONZÁLEZ, un leonés al que los pescadores de esta especialidad, y de la que sea, deberían hacerle un monumento por lo que está haciendo por León y la pesca a la leonesa, y por su trabajo en rescatar lo más profundo de nuestros antepasados en la pesca con varal y moscas.


No es fácil pescar con un simple "palo" de avellano a estas alturas de tanta sofisticación de cañas y señuelos. Mejor dicho dos y “empalmados” de la forma más tradicional, sin carrete, solo a pulso, manteniendo el varal y lanzando con delicadeza.


Primero
, ha sido José Luis García quien, como maestro de ceremonias, me introdujo en lo más básico. Después, con todo mi cuerpo en tensión, he intentado lanzar con el varal. Ha sido una primera sensación de algo distinto, muy diferente a lo que he realizado pescando a lo largo de mis más de 50 años en los ríos de León, especialmente, y de medio mundo.


Después
, las moscas del Manuscrito que son distintas pero iguales a las de hoy. Eso sí, con pluma de gallos de los de antes y mezcla de picapez y otras aves, que son complicadas de conseguir, hoy en día, por estar protegidas algunas de las aves. El tamaño de las moscas es mucho mayor. La pluma, abundantemente generosa. La cabeza, como muy tosca por estar hecha a la antigua usanza.


Me preguntaba, ¿y si pierdo una de ellas, sabiendo el trabajo que le da a JOSÉ LUIS GARCÍA confeccionarlas? Cada una de ellas, le lleva “un día” para hacerla.

Responsabilidad lo primero y lo segundo, lanzar armando la "cola" compuesta de crines de caballo y las dos moscas que componen cada lance, colocándolas lo más próximo a lo que me indicaba el maestro.


Poco a poco, lo fui consiguiendo, especialmente, cuando sus palabras me tranquilizaron para hacer el lance lo más sencillo posible, teniendo el objetivo en mi mente. La cadencia en el lance es primordial y la delicadeza en la posada, también. El lance se hace frente a uno, y a no más de cinco o seis metros. Después, un paso hacia abajo, o dos, y otro lance. Así continuamente.

El maestro me decía que no hacía falta repetir la tirada en el mismo lugar o sitio y, de repente...¡zassss!!


Mi primera trucha a varal y con las moscas del Manuscrito de Astorga confeccionadas en el siglo XXI por José Luis García.  La sensación es indescriptible, hay que sentirlo para poder opinar.


Nunca, nunca había tenido esa sensación. Parecía que la trucha me había entrado a mi propia mano, o al menos eso fue lo que sentí. Tres tirones como nunca en mi vida había sentido, y el truchón, que lo era, se escapó. Normal, me dice el maestro, estamos pescando sin muerte, si Juan de Bergara estuviese con nosotros, otro cantar sonaría pero la pesca, hoy en día, es así y muchas se escapan.

Otros dos o tres a continuación y nada más.


JOSÉ LUIS, me pide el varal. Mira, y tras las crines de caballo no había nada. La trucha que había trabado se llevó las dos moscas y el bajo de línea de crines. Según el maestro, había entrado a la "rubia verde famosa", que va por encima y también se llevó el rastro. Lo que yo no deseaba se acababa de producir. Sentí culpabilidad por haberlas perdido.


José Luis colocó otras dos en el nuevo bajo y se dedicó a pescar conmigo a su lado. Otra trucha que sube y otra vez que se suelta. Curiosamente, también se había llevado el bajo con las dos moscas del Manuscrito. ¡¡¡Vaya tarde!!!


Se monta el tercer aparejo y por fin consigo mi primera trucha a varal y poco más adelante, la segunda. Sólo eso, dos pero, para mí ha significado trasladarme a 1624 y pescar con Juan de Bergara y Lorenzo García. Mi cuerpo vibraba y las sensaciones que he sentido, creo que jamás podré contarlo con letras. Son sensaciones distintas, son otro

mundo para la pesca y el pescador que significan que todo estaba inventado y que nada está obsoleto, aunque nos empeñemos en erradicarlo.

La pesca a la leonesa, la de varal con las moscas de Juan de Bergara nunca se ha ido de nuestros ríos. Estaba depositada y casi olvidada pero ha vuelto para quedarse y esperemos que con el libro de José Luis García "Pluma, Seda y Acero. Las Moscas del Manuscritos de Astorga", nunca más vuelvan "al baúl de los recuerdos" porque está muy presente y tiene la misma eficacia que siempre.


Una jornada única que habrá que repetir algún día. Lo cierto es que la sensación de estar en 1624 fue muy especial y el estar pescando con José Luis García, me transportó a la época del Manuscrito de Astorga y como pescaban entonces.


Todo estaba inventado hace más de 400 años y que aquellos antiguos "cacharros y moscas", gracias a  Juan de Bergara y José Luis García, está muy presente hoy en día.



2024 ha sido el año de la conmemoración del 400 aniversario de la aparición del MANUSCRITO cuyo original  increíblemente desapareció aunque, afortunadamente, quedó una copia fotografiada.


Si a lo que acabo de escribir, unimos la amistad compartida a pie de río con José Luis García, Rafa de Garnica, Javi Reyero y José Luis Méndez, el día fue de lo más bello que he vivido en mucho tiempo dentro del mundo de la pesca. No ha sido el día más grande, en cuanto a pesca se refiere, porque sólo pude capturar dos ejemplares pero fueron mis dos primeras truchas a varal, a la antiguan usanza. He compartido saberes de antes, con amistad del siglo XXI que ahora poco o nada se ve por los ríos.


Por cierto, para promocionar la Semana Internacional de la Trucha de León en el apartado de pesca a la leonesa, nos apuntamos a participar por primera vez, tanto él como yo, allá por 2017. Gracias a ese afán, especialmente por su parte, desde entonces había dos clasificaciones: Mosca seca y Pesca a La Leonesa donde José Luis triunfó en 2019 quedando campeón de la Semana. Y ahora, ¿qué?


GARCÍA GONZÁLEZ
es, además de gran persona, mejor pescador y amigo. Es noble, leal, bondadoso, atento y además es un montador de leonesas único. Da gusto estar en su compañía y departir de lo que más les atrae, la pesca y, si encima estás a pie de río con un varal pescando con sus moscas es el no va más.


Habrá que estar atento a su próximo libro que sabemos está preparando y que descubrirá nuevos entresijos de la pesca a la leonesa por el mundo.

Gracias JOSÉ LUIS GARCÍA por tus enseñanzas y por haber compartido ésta y otras jornadas de pesca que me gustaría repetir en muchas ocasiones más. Un honor.




Mis amigos de la pesca, JOSÉ MAJO MARTÍNEZ "Pepín Cirolín"...

  JOSÉ MAJO MARTÍNEZ autor de la saltona de "Pepín Cirolín"…¡¡¡única para miles de aficionados…!!!   Texto y fotos: Eduardo G...