EDUARDO FONTELA LÓPEZ, tan “genuino como as gaitas” que dirían en su tierra
Un
maestro de la pesca a cucharilla y del torno donde fabrica “una a una” sus EDU
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
Escribir sobre el gallego EDUARDO FONTELA LÓPEZ es hacerlo de un pescador tan “genuino como as gaitas” que dirían en su tierra.
Siempre
que dialogo con él me recuerda que “es el
genuino, que yo soy la copia”.
Hace un montón de años que nos conocemos y fue asistiendo a acontecimientos y ferias de pesca que se celebraban en muchos lugares de la geografía española y esto nos ha unido.
Con
ese acento gallego tan característico en los nacidos en esa maravillosa tierra, la de los mil ríos, siempre que hablo
con él me suelta la misma, “ahora mucha
mosca y se olvidan que el verdadero arte de pesca siempre ha sido la
cucharilla”.
EDUARDO FONTELA LÓPEZ, nació en Santa Marta de Ortigueira (A Coruña), allá por 1949. Es una persona noble y honesta, donde las haya, así como un luchador empedernido hasta conseguir sus objetivos, no dejando, nunca, nada al azar.
Se trata de un gallego único, auténtico, trabajador, cautivante para los demás, e ilusionado con todo lo que hace. Así se forjó desde la niñez. A muy corta edad, entra a trabajar en una entidad bancaria de botones y, a base de sacrificios y esfuerzos, terminó llegando a ser director.
La
misma inquietud del trabajo la traslada a todo lo que hace en la vida, algo que
le ocurrió con sus dos grandes aficiones: caza y pesca.
Pesca truchas y reos desde que tenía 16 años. El río, para él, es su segundo hogar. Tanto tiempo pasaba a la orilla de los cauces fluviales de su tierra gallega que, un día de agosto de 1983, levantó la caña y se tomó un respiro en la orilla, sentado sobre una roca. De un árbol cayó una manzana podrida al cauce. Un minuto después cayó otra, todavía verde y una trucha irrumpió de pronto en la zona de caída. Intrigado, no paraba de darle vueltas a su cabeza para asimilar lo visto y se puso a investigar.
«La primera manzana, hueca, hizo un ruido previsible y la trucha no acudió. La segunda, sólida, le llamó la atención -apunta-. A partir de ahí estuve dos años buscando la posibilidad de llevar esta teoría a las cucharillas de pesca y, en 1985, abrí el taller de Monte Alto (A Coruña)».
FONTELA buscó, entonces, la asesoría de varios ingenieros y, cuando tuvo clara la manera de producir su “invento”, diseñó unas pequeñas máquinas que le fabricaron en un taller de la zona. Con ellas comenzó a producirlas, patentando la cucharilla con el nombre de EDU. La única cucharilla artesana de pesca que se hace en España.
Tiene algo más de 1.000 diseños en 16 tamaños, incluidos los de pesca sin muerte, mar y Black Bass, cucharillas de doble pala que probé pescando en los pequeños embalses de Gran Canaria con un gran éxito. Las EDU se diferencian del resto de las cucharillas que hay en el mercado, porque es más sólida y compacta. Así consiguió que sus cucharillas penetren en el agua sin hacer ruido, con el mismo sonido, casi, de un mosquito al caer, por ello no asusta a los salmónidos y se hace infalible e indispensable para quien la prueba. Algunos dicen que es infalible, otros la llaman la “asesina” por el gran número de capturas que consigue
No es su única virtud. Un estudio realizado bajo el agua ha permitido eliminar el rastro de burbujas que dejan muchos modelos de cucharillas que, también, alertan a los salmónidos.
Las
EDU no sólo pescan en el río, también lo hacen en el mar. Es un tipo de
cucharilla más pesada, entre los nº 5 al 9, que para la Lubina va muy bien y
con las que se consiguen grandes capturas, al ser este pez un depredador, como
las truchas.
Para el salmón son extraordinarias y yo doy fe de ello. En la Patagonia chilena, en los ríos Puelo y Petrohué, las llevé para probarlas y el éxito fue total al sacar, entre cuatro pescadores en cinco jornadas, más de 20 salmones Chinook, con pesos que fueron desde los 15 kilos, el más pequeño, hasta los casi 25 y el mayor de 31 kilos. Otros ejemplares, incluso, después de muchos minutos de lucha, acabaron rompiendo el sedal del nº 35.
Gracias a esta demostración, las EDU se quedaron para siempre en la Décima Región de Chile, donde, en la localidad de Puerto Montt tienen su venta.
Este
gallego, EDUARDO FONTELA, con su empeño ha conseguido que un producto artesanal
y netamente gallego, esté dando la vuelta al mundo y hasta los suecos se hayan
interesado por sus cucharillas.
“Tan nosas como a gaita”, figura en la publicidad del inventor de las cucharillas infalibles y en este perfil apunto que tan singulares como EDUARDO FONTELA LÓPEZ, porque las EDU llevan su propia personalidad.
Parece
mentira que con un torno sencillo y, especialmente, con mucho trabajo e ilusión
haya conseguido metas, en un principio, inalcanzables o simplemente, soñadas.
EDUARDO FONTELA pescando no es “un monstruo” o un fenómeno pero muchos aficionados, gracias a las EDU, consiguen sus objetivos que es de lo que se trata.
Su
propio perfil como persona da confianza, mostrando a los presentes seguridad.
Eduardo es una persona amiga de sus amigos, entrañable, hablador como pocos, apasionado, sincero y único, el problema es que sentado en una mesa, ante una baraja de Heraclio Fournier, se llega a olvidar de las EDU, por momentos, para concentrarse en otra de sus pasiones: el juego del mus.
Claro que si nos ponemos a hablar de carretes de pesca, entonces nos soltará lo del mejor carrete de la historia, EL CRACK CONTAC, que continúa arreglando y comercializando sustituyendo las viejas piezas de plástico por latón y haciendo una a una. Casi nada. Un verdadero artista del torno, aunque los años no perdonan.
Tampoco se puede uno olvidar de sus tacos para las botas de pesca o de sus cañas de pescar que intentó comercializar con poco éxito y es que, mientras los chinos las hacen a coste “cero” las suyas no podían competir en precio pero sí en calidad, pero…
EDUARDO FONTELA LÓPEZ, es un paisano gallego de la cabeza a los pies y amigo de sus amigos. Del corazón no apunto nada porque, si lo necesitas para algo, es capaz de cedértelo. Una gran persona metida en años y cada vez menos pescador porque la “espalda” y otros achaques le tienen todo el día medio postrado. ¡Ay las hernias discales…!
Aguanta, Edu aunque sea con pastillas y no dejes de salir al río.
Qué
les voy a contar si es uno de “mis amigos de la pesca”.