Algo se está escapando
de nuestras manos y lo que se pierde, ni San Antonio lo encuentra
Sobre todo con
referencia al río, sus peces y el turismo sostenible
Este año habrá dos Campeonatos de España fuera de temporada, al ser el Piloña río salmonero y en 2022 el mundial
Texto y fotos: Eduardo
García Carmona
Éste subtítulo del
artículo me da para comenzar con el desarrollo de la misma: “algo se está escapando de nuestras manos y
lo que se pierde, ni San Antonio lo encuentra…”
Si lo aplicamos a
nuestros ríos está más que “niquelado” porque se nos están perdiendo a pasos
agigantados y con ellos, todo lo que habita en sus aguas: imagos, subimagos,
moscas, mosquitos, peces y hasta las ratas de agua.
Entonces que podemos
decir del SALMÓN ATLÁNTICO, el “rey” de los ríos. Sencillamente, ya está casi
desaparecido o en las últimas.
En 1993 se publicó un
libro de ADOLFO CASERO, con una “Guía
completa de los cotos de pesca en Asturias”, algo que después publiqué en León
con una “métrica” similar, sin conocer el suyo y ni siquiera que éramos quintos.
En la presentación, Casero nos muestra en blanco y negro, una fotografía con la sonrisa en los rostros de un padre, imagino, sus hijos y amigos. Se trata de una gesta conseguida en el coto de pesca Sierra, en el río Sella, donde ONCE SALMONES, cuelgan de las manos de los presentes de la instantánea. Nada que objetar porque se supone que serían legales entonces, no así hoy. No es mi pretensión criticar a quien nos ha obsequiado con un excelente libro que no conocía, hasta que un amigo de infancia, Benigno P. Sánchez, me lo regaló hace tres años porque sabía que me podría interesar, algo que le agradecí.
El tema está en el SALMÓN ATLÁNTICO que está desapareciendo a pasos agigantados y claro, en el prólogo de ésta edición, en la página 7, leo lo que escribió entonces el presidente de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, JAVIER LORING ARMADA, hace casi 30 años:
Se refiere Javier al valor alcanzado del salmón por su escasez pero continúa:
“Asturias es, por lo tanto, región de privilegio que aún
puede contemplar en sus ríos este fantástico animal. Sin embargo, en España y
en particular en Asturias, salvo escasísimas ocasiones (léase el Marqués de
Marzales), no ha existido el más mínimo interés literario por indicar al hombre
los valores del salmón atlántico, ni cómo se puede acercar uno al mismo dentro
de la ética deportiva porque sólo, a partir de un planteamiento ético, debe
entenderse su pesca, como muestra de respeto al resto de la sociedad que no
desea perder al SALMÓN ATLÁNTICO”.
Lo que nunca
entenderemos en Pescarmona es como después de casi 30 años aún estamos peor que
entonces con lo que ha avanzado nuestra sociedad en todos los sentidos.
¿Qué pasa con la concienciación y la valoración que se debe hacer, por parte de los aficionados, para salvar el SALMÓN ATLÁNTICO?
Por lo que hemos podido
comprobar, sólo importa llevar cuantos más para casa, mejor. Una pena y así nos
luce el pelo.
Han pasado 30 años
desde éste “apunte” y nuestra sociedad, en lugar de ir a mejor, va a peor. Eso
sí, con mayores libertades y libertinaje que no es lo mismo, sino mucho peor.
Si en la ribera del río PILOÑA, truchero como pocos, con reos interesantes y algún que otro salmón, ponen el GRITO EN EL CIELO por una medida del Principado de Asturias en la Normativa de Pesca para 2021 que prohíbe las ninfas en época determinada (16 de Junio en adelante), permitiendo sólo pescar a mosca en superficie, lo que nunca entenderemos es por qué se pronuncian a favor de éste tipo de pesca sin pensar en el por qué se prohíbe utilizar ninfas durante ese periodo que, principalmente, es por defender al salmón en esa época estival. Muy fácil.
Sólo se piensa en extraer y extraer pescado, con o sin muerte, y no se piensa en el futuro que ya hace 30 años era NEGRO para el salmón por muchos motivos que nos explicaba en su prólogo Loring.
Sólo se piensa en el
daño que se hace al municipio porque va a disminuir el turismo de la caña, que
también es cierto, porque se prohíben las competiciones oficiales y no
oficiales pero, poco se piensa en el río y sus habitantes que cada año están BAJO
MÍNIMOS muy preocupantes.
Si la hostelería de la zona se ha visto alterada, maltratada y casi aniquilada por el COVID-19, imagínense el daño que hace “el otro virus” el de la pesca extractiva sin tener como objetivo LA REGENERACIÓN del río y sus peces. Qué bueno sería pensar en el turismo que podría aportar el CAPTURA Y SUELTA en toda la comarca si el río PILOÑA estuviese a tope de peces y esos miles de pescadores deportivos acudiesen a disfrutar de la pesca no extractiva, sino una pesca de diversión y sostenible, disfrutando del río, su entorno, los paisajes, gastronomía, tradiciones y costumbres de una tierra sin par como es Asturias, pescando a mosca en superficie.
Por cierto, en la comarca o concejo de PILOÑA se quejan por lo que hemos apuntado pero, no conozco VOCES POLITICAS O DEL PUEBLO que se quejen de los CAMPEONATOS DE ESPAÑA que se van a celebrar éste año, como otros anteriores, en el mismo río, del 29 de Abril al 2 de Mayo y del 13 al 16 de Mayo. Por cierto, los campeonatos se celebrarán en época prohibida para pescar el RESTO DE PESCADORES, por ser el Piloña un río salmonero. No lo entiendo, no, por mucho que me lo expliquen y se quejan de otro tipo de competiciones, no oficiales, que se celebraban, incluso en el mes de Setiembre y que aportaban “muchas alegrías” a la zona de influencia, donde llegaban pescadores de toda España y el extranjero.
Lo importante es relanzar la comarca con directrices sostenibles de riqueza para sus gentes y empleo de cara a un futuro lo más próximo posible porque, Piloña y Asturias en general, dependen mucho de ese turismo sostenible que aporta la naturaleza “bien entendida” donde, lo importante es RECUPERALA antes que explotarla sin ton, ni son y más, pensando que en 2022 llegará el mundial de Salmónidos Mosca absoluto y vendrán delegaciones de más de 40 países.
Si queremos un turismo sostenible con la pesca en los ríos asturianos, lo primero que debemos hacer es ofrecer ríos con peces y, para ello, hay que proteger el ecosistema y ofrecer lo mejor al visitante.
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