Cangrejo SEÑAL, "la langosta de agua dulce" |
Hasta finales de Noviembre se puede pescar EL CANGREJO SEÑAL Y EL ROJO en Asturias…
En
El Principado existen muchísimos ríos con importantes poblaciones y escaso
interés de los aficionados
Una
forma distinta de pasar un día de pesca sin caña pero con reteles y mucha
amistad por medio
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
El autor del reportaje con su compañero Benito
Aún
recuerdo aquellos años en los que mi progenitor llegaba a casa con “un cesto de
cangrejos”. Qué felices nos poníamos, especialmente, mi madre que repartía con
toda la vecindad.
Eran
aquellos cangrejos autóctonos que abundaban en todas las aguas de Asturias,
desde el arroyo más pequeño al río más importante. Entonces, allá por los años
60, era otra ayuda en la alimentación de los menos pudientes, la mayoría del pueblo,
como lo eran todo tipo de peces.
Ahora, aquellos cangrejos han desaparecido y lo único que hay en cualquier arroyo o río es el cangrejo señal y el rojo de las marismas, introducido, el primero, de forma legal, curiosamente y como panacea para repoblar las aguas ya que el cangrejo autóctono había desaparecido y el segundo, de manera ilegal.
Se
notaba su falta de éste crustáceo en las aguas por la limpieza que realizaban y
es que los cangrejos son los verdaderos “barrenderos” de los ríos.
Curiosamente al desaparecer el cangrejo autóctono, aumentó la conocida enfermedad de la Saprolegnia o Saprolegniosis que afectaba a los salmónidos con una virulencia que, a punto estuvo de terminar con la especie.
Aquellas
truchas muertas con pintas blanquecinas eran devoradas por los cangrejos y así
no se notaba la incidencia de la enfermedad. Al desaparecer las poblaciones
autóctonas, se intentó aclimatar a un cangrejo americano de porte muy similar,
que decían era inmune a la enfermedad que parecía el autóctono. Si, si…
Efectivamente, el cangrejo señal, que se llama así por la señal blanca de sus pinzas, se aclimató rápidamente en todas las aguas de la provincia y provincias de toda España pero, a pesar de ser el que más se aproximaba en tamaño y características al nuestro, era portador de la enfermedad, aunque inmune a ella. O sea, el continuaba viviendo pero, las escasas poblaciones de autóctonos, desaparecieron para siempre, salvo poblaciones muy vigiladas en reductos que posee la Administración, principalmente en Castilla y León.
Después de algunas temporadas vedadas todas las aguas para la práctica de esta pesca, se volvió a abrir y cerrar con el tema del Real Decreto de Especies Alóctonas, especies introducidas que figuraron en un catálogo especial, con la intención de exterminarlas por su perjuicio a la fauna autóctona. Llegaron los líos y más líos y al final diversas especies contenidas en aquel catálogo, han vuelto a ser autorizadas. Entre ellas el Cangrejo Rojo y el Señal que pretenden “descastar” algo que está resultando imposible. Según expertos, por tratarse de un hongo que está en el agua el que causa la enfermedad, sólo se podría descastar SECANDO los ríos varios días. Imposible porque sería la destrucción total.
UNA BUENA Y DIVERTIDA JORNADA
Salir
a pescar cangrejos es algo más.
El
comportamiento del cangrejo señal y el rojo o de las marismas es totalmente
opuesto al de nuestros cangrejos autóctonos a los que había que pescar al
amanecer o al atardecer.
El
cangrejo señal, tiene un comportamiento totalmente opuesto, como apuntamos y,
cuanto más caliente el día, más activo se muestran. Colocando los reteles en
zonas de refugio como raíces, cuevas en las orillas, troncos caídos y pozas,
allí los encontraremos para que nuestros reteles se repleten de capturas.
Salir a pescar cangrejos a cualquiera de nuestros ríos o arroyos, no necesita nada más que unos reteles (Máximo 10 por pescador) y poner cebo a base de carne o pescado. Deben ir con descripción del pescador que deberá estar documentado con la licencia oportuna y situarlos en una demarcación de 100 metros. El número de capturas no tiene límite, al igual que la talla. Sólo se puede pescar los mismos días de la pesca de salmónidos. O sea, LUNES Y JUEVES, NO FESTIVOS, no se pesca en Asturias.
Con
esta medida se pretende erradicar o minimizar la población de estos crustáceos
en nuestros ríos. Complicada labor.
TRANSPORTE DE LOS CANGREJOS
El transporte de cangrejos vivos está penalizado y esto es lo que más retrae a los pescadores para salir a pescarlos. Quien más, quien menos, apunta que “caparlos” en el propio río es matarlos sí pero, si se tarda en llegar a casa unas horas, pueden ponerse malos, más si hace calor. Un peligro.
En Castilla y
León, desde hace un par de temporadas han permitido que se transporten vivos
por tema sanitario o de salud y, en Asturias, ¿por qué no?
Este tipo de pesca conlleva una jornada de amistad entre amigos. Lo ideal es ser por lo menos cuatro y llevar mesa para poder jugar la partida de cartas, mesa que nos servirá, junto con unas sillas de campo, para disfrutar de una jornada placentera a la sombra y a la orilla del río, donde la comida a base de tortilla, empanada, chorizo y otras viandas, saben a “pura gloria”.
No
hay que olvidar la bota de vino o unas botellas de sidra, son imprescindibles,
bebiendo siempre con moderación y…¡a disfrutar!
Disfrutar, también, en casa cuando se preparen en paella, o guisados de diferentes formas. Personalmente, los prefiero con salsa de tomate y pimientos, haciendo una forma de pisto, metiendo un poco de ajo y cebolla, con algo de picante o chorizo picante, me da muy buen resultado y cuando invito a los amigos, todos se “chupan los dedos”, ¿por qué será?
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