José Icardo Loscos |
Era
como un coloso: alto, fuerte, con barba metida en canas, cara de buena persona,
con los pies en tierra y la caña en la mano para pescar en mar o río
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
JOSÉ ICARDO LOSCOS ha sido un valenciano que con poco más de 81 años nos ha dicho adiós. Un valenciano pescador y montador de moscas a quien conocí allá por la localidad de Chulilla (Valencia) con motivo de la celebración de PESCAPRESS que tan excelentemente organizaba mi otro estimado y buen amigo, Roberto Coll Alcalde.
En Chulilla pude entrevistarle además de observar como hacía sus moscas, especialmente el “pompón” al que peinaba con esmero para que los que no conocíamos esa forma de pescar truchas en el río Turia pudiésemos disfrutar. Adiós Pepe y DEP y continúa con tu gran afición en el cielo.
PEPE ICARDO nos contó entonces que se inició en el mundo de la pesca a la temprana edad de 7 años, en la escollera y playa de Gandía, junto con sus primos, algo mayores que él. Lo que primero eran escarceos en el mar, se fue convirtiendo en pasión por la pesca, hasta que con 20 años probó a pescar en el río, quedando prendado de la singular “pintona”, “la reina de las aguas”.
La
“pichina”, “el anguilomet” y otros cebos eran utilizados por Pepe y sus primos
para pescar en la playa utilizando varales largos, con un plomo y el anzuelo
por encima del mismo. “Así sacábamos lubinas de hasta 3 y 4 kilos”, apuntaba.
ICARDO LOSCOS
Así me lo contaba en la entrevista que le realicé en 2008 y como todo lo archivo en mi ordenador, he querido despedirle con sus propias palabras.
Gracias
amigo y que Dios te acoja en su gloria, que se suele decir, pero espera muchos
años con San Pedro y los demás que pescan por allá arriba porque de momento,
queremos continuar haciéndolo en la tierra.
Con
todo el cariño de otro pescador que te conoció en tu tierra te brindaré mi próxima
trucha y diré, ¡¡¡ VA POR PEPE ICADO!!!
Gracias por este reportaje. Nos sirve para recordar a una persona especial
ResponderEliminarSoy Héctor, el hijo de Pepe. Gracias por tus amables palabras y maravilloso recuerdo. Mi padre era grande, en muchos sentidos, y ello le hará perdurar en el corazón y la memoria de los que lo amamos y apreciamos. Un caballero en el río y en la vida, ese era mi padre. Hasta luego capitán...
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