Un criador de gallos de León para la pesca que tenía los mejores indios cristal y plateados
¿Dónde
quedó su legado?
Sus gallos han desaparecido y nadie sabe dónde “volaron”
Texto:
Eduardo García Carmona. Fotos: Manuel Blanco Crespo y autor
El
Whasapp, y más en estos tiempos de pandemia del COVID-19, se ha convertido en
la herramienta más cotidiana de “los sufridos cristianos o no” aunque he de
apuntar que no soy de los que pierde la gramática de la lengua española
enviando mensajes, porque el castellano o español es la lengua la más universal
y hermosa.
Un
mensaje de mi estimado, MANUEL BLANCO CRESPO, me anuncia que acaba de encontrar
CINCO MAZOS de pluma de gallo indio cristal que tenía guardado en una carpeta
de la que ya ni se acordaba que existía.
Le pedí que me enviase unas fotos, que son las que muestro en el reportaje, y me obsequió con un regalo escaneado, se trata del folleto que se su día se publicó en LA MUESTRA DEL GALLO DE LA VECILLA, en homenaje a los criadores del gallo de pluma de León para la pesca. Dónde estaría metido que aunque he asistido a la gran mayoría de los eventos en La Vecilla, no tengo dicho folleto, del que también les doy cuenta en el reportaje. Seguro, seguro que coincidió con los años 2006 a 2012, cuando “salté el charco” para llegar a tierras de Gran Canaria.
¿DÓNDE
ESTÁN LOS GALLOS DE BASILIO?
BASILIO
GARCÍA TASCÓN, criador de La Cándana de Curueño (León) falleció hace unos 2
años (Abril de 2018) y, a pesar de su gran fama como criador de gallos de una
raza de indios plateados y cristal que nadie ha conseguido en el último siglo,
su legado ha desaparecido o nadie sabe dónde ha ido a parar. Sus hijos, Emma,
Luis Alfonso y Basilio no han continuado con la pasión de su padre, que sepamos.
El caso es que al día de hoy y aunque algunos criadores lo han intentado,
ninguno ha conseguido esa pluma de Basilio, ni parecida. Conseguir hoy en día
un mazo de PLUMA INDIO CRISTAL O PLATEADO auténtico es casi imposible, a no ser
que algunos montadores ávidos aún los conserven en sus carpetas de plumas por
algún motivo especial.
Se
ha intentado saber dónde pudieron ir los gallos de Basilio pero, ni sus
descendientes, ni nadie en La Cándana o la zona de influencia, han podido dar
alguna pista.
Una
pérdida importante y muy complicada de encontrar o llegar a conseguir otra
línea de gallos parecida. Una pena que se hayan perdido los indios cristal y
plateados de Basilio aunque, afortunadamente sus indios en otras variedades: negriscos,
acerados, palometa, rubiones o avellanados, aún los conservan en la zona
algunos criadores.
Hace unos 20 años los criadores de La Cándana introdujeron en sus gallineros gallos de raza parda, variedad procedente principalmente de Campohermoso, Aviados, La Mata de la Bérbula y Valdepiélago compaginando su cría con los indios hasta el día de hoy.
De
los pardos el LANGARETO, prácticamente, ha desaparecido también, como los
indios CRISTAL Y PLATEADO. Algún criador, como Chema, José María González, de
La Cándana, parece que ha conseguido un pardo aconchado que se asemeja mucho al
Langareto pero, no es aquél.
DE AQUELLOS POLVOS ESTOS LODOS
La
frase del titular lo resume todo.
Había
tanto y se valoraba tan poco que muchas explotaciones de gallos de León para la
pesca fueron desapareciendo.
En Aviados conocí hace poco más de 40 años, la explotación de un amigo personal, JUAN MORENO TASCÓN, que poseía un corral hermoso con más de un centenar de gallinas y gallos que paseaban en libertad por la huerta familiar. Juan tenía los mejores gallos pardos que conocí en los primeros años 80 y explotaba la marca de moscas “Chicharra” de las que conservo un par de ellas, sin la moscas claro. Éste fue mi primer contacto con el mundo de la cría del Gallo de León para la pesca. En múltiples ocasiones le acompañaba desde León, donde era vecino mío, hasta Aviados. Siempre admiré lo que poseía porque me parecía algo hermoso y “casi altruista”, según me decía, porque los gastos para sacar adelante el corral, no compensaba los beneficios que, de haberlos eran mínimos, especialmente si se contagiada el corral con alguna de las enfermedades que circulaban entre las gallinas y gallos.
Así, poco a poco, fueron degenerando las razas india y parda de unos gallos únicos que han dado prestigio a León en todo el mundo y que ahora se va perdiendo por la dejadez administrativa y la falta de recursos para poder sacar adelante las explotaciones con un mínimo beneficio a un trabajo ímprobo.
Los
productores y artesanos, entonces, eran 24 localizados oficialmente de los que
ofrecemos la relación del folleto publicado en la Muestra del Gallo de La
Vecilla hace doce años.
Nueve
productores tenían domicilio en Campohermoso: Ángel Robles, Ángeles y Emilio
González Tascón, Felipe Mateo, José Tascón, Mª Rosario Díez, Miguel A. Díez
Ordóñez, Perfecto Tascón y Purificación Robles.
En La Vecilla conocí a Bernardo García Morán, trabajador del Banco Central en León con mi compañero de pesca Maelín el de Santa Olaja, que comercializaba con su propia marca “Artesanía Curueño”, también a Manuel Fernández, con quien realicé un programa de radio en RADIOCADENA ESPAÑOLA, lo que hoy es Rne, programa de radio a nivel regional donde los cánticos de los gallos se mezclaron en las ondas con el plumaje, llevando el nombre de los pardos e indios de León a toda la autonomía.
Además
de éstos dos productores, en la misa localidad, existían los corrales de Carlos
Flórez, Joaquín Díez que heredó parte del gallinero de su tío Manuel, también, Manuel
Gómez, Manín Suárez y Valeriano Díez.
En La Cándana de Curueño existían OCHO criadores más: Adelina Juárez, Artesanos Tomás y Covadonga, Basilio García Tascón, Fructuoso Robles, José Luis Robles, José Mª González “Chema”, Marta Tascón y Orfelina García.
Por
último, en Sopeña, sólo existía un criador, Juan José González Tascón.
Hoy
quedan CUATRO o SEIS que se dediquen de lleno a ello, los demás o han
fallecido, la mayoría, o bien dejaron el negocio por poco productivo y muy
sacrificado.
Se intentó hacer una cooperativa y no llegó a buen puerto. Después vino la Asociación de Criadores y pasó más de lo mismo aunque, de una u otra forma ahí está presente. Es lo que queda de una riqueza que se está perdiendo a pasos agigantados y nadie pone SOLUCIÓN pese a tener una MUESTRA ANUAL DEL GALLO DE LEÓN en la localidad de La Vecilla que cuenta con el apoyo institucional y poco más y, aunque el semen de aquellos gallos de ayer están “durmiendo” gracias a la Diputación Provincial en el banco dispuesto a tal fin de nuestra Universidad, poco más se preserva para no perder una industria artesana de crianza de gallos y montaje de moscas para la pesca que podrían significar mucha más riqueza y reconocimiento para León y especialmente para una zona despoblada.
Si
perdimos el Manuscrito de Astorga de Juan de Bergara, no es de extrañar que
perdamos LOS GALLOS DE PLUMA DE LEÓN, también pero no será por quejas y
denuncias de que está ocurriendo.
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