Reo devuelto al agua |
GUY ROQUES apunta en Mosquero Andante: “el piragüismo es otra forma de polución, más agresiva de lo que parece”
Es
increíble que la Administración del Principado de Asturias no ponga remedio a
tal desaguisado en tiempo de pesca
Mientras los pescadores pagan su licencia y permisos de cotos para pescar en el río, los aficionados a las piraguas, canoas, balsas y demás artilugios flotantes “campan a sus anchas”
¿No
se puede regular el paso de piraguas en época de pesca?
Texto y fotos:
Eduardo García Carmona
HE ESCRITO EN VARIADAS OCASIONES DE ÉSTE TEMA así como de los cormoranes y me atrevo a apuntar que para el pescador son “dos asignaturas pendientes” ¿y para la Administración?
Como
pescador reivindico, al Consejero de Medio Ambiente y al responsable de la
pesca en el Principado de Asturias, que tomen cartas en el asunto y corrijan el
“desaguisado” existente en temporada de pesca en los ríos, con el paso
indiscriminado de piraguas, canoas, balsas, flotadores y cualquier cosa que
flote y lleve tanto color vistoso. Ahora es el momento porque se va a legislar
de cara al año 2022.
No es de razón que mientras el uso de las aguas para pescar está regulado, Y CON MÁS PROHIBICIONES que nada, resulta que la práctica de paseos en todo tipo de embarcaciones “campen a sus anchas” perjudicando a los pescadores que han pagado por practicar su afición.
¿Qué hacen los colectivos de pescadores para subsanar este problema existente?
Que
yo sepa poco o nada, como NADA o casi
nada las sociedades de pesca, colaboradoras o no con el Principado.
Con la finalización de la temporada del salmón, desaparecen los cotos salmoneros, pero continúan para la pesca del reo y trucha y “se agranda el río” para muchos, con más inconvenientes
para poder pescar tranquilos a causa del “desfile de embarcaciones”. Esto corre, también, en plena temporada salmonera aunque muchos menos en los meses invernales.
¿Por
qué el pescador PAGA un permiso y se ve perjudicado con el consentimiento
administrativo?
LA REOMANÍA DE GUY ROQUES Y LAS PIRAGUAS
Reconozco
ser un seguidor y amante de los textos del francés-español, Guy Roques, a quien
considero un buen amigo pero, sobre los textos que ha escrito del reo, el que
aparece en su libro MOSQUERO ANDANTE. Cuadernos y vivencias de una pasión: La
Pesca A Mosca. Editado por Tutor, en 2001, para mi es el mejor.
Y si Guy Roques tiene “una enfermedad” como apunta su esposa, llamada “reomanía”, creo que todos los pescadores se han contagiado.
Pues
bien, cuando llega la mejor época para intentar capturar “al príncipe” del río,
resulta que las piraguas, canoas, balsas y demás no nos dejan pescar
tranquilos.
Uno
sale al río con la ilusión, ganas, confianza y ansias de pescar y cuando mejor
se le pone van los de las piraguas y te tocan los “coj…”. Son miles de
aficionados que, a diario, salen al río a pescar y no les dejan hacerlo
tranquilamente.
¿Por
qué no regula la Administración la salida de embarcaciones al río y sólo regula
a los pescadores y además le cobra UNA TASA por el coto?
Nadie lo entiende pero, pocos se quejan o lo hacen a destiempo. Habrá que exigir, con denuncias en toda regla lo que personalmente creo es una “tomadura de pelo” administrativa.
¿Cómo
es posible cobrar un permiso por pescar en una zona de río determinada si
llegan las “serpientes multicolores” y te JODEN LA FAENA?
¡Ah…y que no se te ocurra decirles nada…! Te podrás encontrar con improperios de todo tipo y hasta te tirarán piedras.
¿Por
qué no nos unimos los pescadores y solucionamos este agravio?
Nadie
lo entiende pero, es que los aficionados a la pesca nos quejamos siempre en el
bar, y pocas veces actuamos donde hay que actuar. Somos muchos “paisanos
pescadores” en Asturias y en España, como para que las Administraciones nos
hagan caso y, especialmente, los políticos nos tengan en cuenta. Si los
pescadores nos propusiéramos en plan, seriamos el MAYOR PARTIDO POLÍTICO DE
ESPAÑA. Entonces, ¿por qué no actuamos?
Volviendo al libro de Guy Roques, en las páginas 52-53 se hace referencia a las poluciones agrícolas y termina con el piragüismo, que según apunta el francés, es otra forma de polución, más agresiva de lo que parece y QUE SE HA PROPAGADO COMO UN REGUERO DE PÓLVORA, promocionada, como siempre, por intereses creados.
Pueden
ir, también, a la página 54 porque sus apuntes sobre este mal del río no tienen
desperdicio y continúan, hoy en día, después de doce años, más vigentes que
antes, por desgracia.
Es mucho más serio lo de las piraguas, canoas, y demás embarcaciones por los ríos, que otro tipo de polución. El propio autor francés lo apunta: “Contaminación por los trastornos que las embarcaciones causan en todas las aguas rompiendo su ritmo natural o su quietud”.
Contaminación
por el ruido, los gritos, las voces que suelen acompañar a los descensos”.
“Contaminación
por el olor, esos colores chillones que son una verdadera agresión de la naturaleza,
de los planos acuáticos”.
“Contaminación
por los residuos que los piragüistas dejan donde se paran a bañar o merendar”…
UNA
PENA Y UNA TOMADURA DE PELO AL PESCADOR DE CAÑA.
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