El coto recomendado para la semana
Coto
DUERNA, en un río con aguas ácidas donde los ejemplares tardan más años en
desarrollarse que los del Órbigo o Porma
Una gozada de río, aún muy natural, aunque los estiajes merman las condiciones de pesca
Texto y fotos: Eduardo García Carmona
Cada vez que voy a pescar este coto, o el de la parte inferior, Priaranza, recuerdo los grandes momentos vividos con mi cuadrilla, especialmente con mi estimado y querido amigo de infancia, BENIGNO PERFECTO SÁNCHEZ “Beni”(Dep). Para él, también era uno de sus lugares favoritos en tierras leonesas y eso que para pescarlo tenía que meterse para el cuerpo más de 700 kilómetros, entre ida y vuelta, desde su Candás del alma, en Asturias.
En estas aguas tengo muchas aventuras disfrutadas en su presencia, incluso algún pequeño susto del que he dado cuenta en algún Filandón y que lo publicaré en mi próximo libro.
Beni,
en tu honor, voy a recomendar éste tramo acotado.
EL COTO
El
tramo acotado lleva el nombre del mismo río: DUERNA. Desde hace muchos años es
un coto de pesca “sin muerte”. Se trata de un regalo para el pescador que se precie
de serlo. ¡Una maravilla!
Su
discurrir circula al amparo del monte Teleno en un paraje idílico para los
amante de la naturaleza.
Este coto se fundó en el año 1984 entre los términos municipales de Lucillo y Luyego.
Tiene una longitud de poco más de 6 kilómetros. La anchura media
de su cauce es, aproximadamente, de unos cinco metros. Su curso está repleto de
piedras y canto rodado, con una leve babilla oscura que hacen sean muy
resbaladizas. Curiosamente, el agua es cristalina.
La población piscícola es abundante, con ejemplares autóctonos de poca longitud o tamaño pero, de belleza espectacular: cabeza grande, dientes fuertes y puntiagudos con una librea única “made in Duerna”.
El tramo es complicado de pescar al tratarse de un río muy cerrado, con abundante vegetación. Las ramas de los árboles rozan el agua en su discurrir, por lo que es aconsejable pescar con cañas cortas. A pluma, o mosquito ahogado con boya, se deben utilizar cuerdas de tres mosquitos máximo, sin rastro. Por la transparencia de sus aguas y lo estrecho del cauce, es conveniente no moverse demasiado, o hacerlo con mucho sigilo para no asustar la pesca.
Los núcleos de población más próximos al acotado son: Molinaferrera, en la zona alta. Filiel, en la zona media. Antes, Chana pero, por la otra orilla. Después, Lucillo, aunque más alejado. Y en la zona baja, Boisán y Quintanilla de Somoza, una auténtica belleza de pueblo maragato, con hermosas casas de piedra y sus calles empedradas con reguero central de desagüe que recuerda el medievo.
Aunque las comparaciones siempre son odiosas, el conjunto arquitectónico de Quintanilla a de Somoza es una auténtica joya que nada tiene que envidiar a Castrillo de los Polvazares.
Los
accesos no son fáciles, aunque se traten de carreteras de segunda categoría.
Las principales vías de acceso son: la carretera local de Astorga a Lucillo. La
carretera local de Astorga a Luyego. La carretera local de Luyego a Quintanilla
de Somoza, Boisán, Filiel y Chana. Y la carretera local de Lucillo a Chana y
Molinaferrera.
Existen puentes para cruzar el río. Varios arroyos vierten sus aguas al Duerna. Aguas abajo de Filiel, el arroyo de Valle Prado. Aguas abajo del puente de Boisán, el arroyo de Fontunica.
El
límite inferior del tramo acotado es el puente de Quintanilla de Somoza, si
bien para el pescador finaliza 400 metros aguas abajo del puente de Boisán, a
la altura del molino existente. Es en ésta zona donde comienza el tramo de
vedado total hasta el Puente de Quintanilla de Somoza.
El límite superior se encuentra en el Puente de Molinaferrera.
Las mejores zonas de pesca son la totalidad de sus aguas aunque existen unas zonas mejores que otras. Por ejemplo, donde comienza el coto, bajo el puente de Molinaferrera, los pescadores de mosquito
ahogado podrán disfrutar de lo lindo. Es muy difícil de pescar porque el río se encuentra muy cerrado por la vegetación pero, debido a ello, la trucha encuentra un gran refugio y se pueden conseguir buenas piezas, dentro del tamaño medio existente en la zona.
Aguas arriba del puente de Boisán se encuentra, a mi entender, el mejor tramo de pesca.
Pese
a que el río continúa cerrado por la vegetación, es aquí donde existen tramos
muy buenos para ensayar el lance con mayor comodidad. Existen aguas tranquilas,
gracias a una pequeña presa y, aguas más vivas, con recodos para poder efectuar
buenas tiradas.
Los
pescadores deben tener en cuenta que se trata de un río estrecho y con mucha
maleza en las orillas donde el pescar se complica.
La trucha del Duerna presenta una librea única con manchas claras y pintas rojas muy fuertes. Las pequeñas dimensiones de la trucha son debidas a las cualidades del agua del río. Son aguas ácidas por lo que los ejemplares tardan más años en desarrollarse que, por ejemplo, los del Órbigo o Porma. Pese a ello, existen truchas dignas de admiración, aunque antes de
conseguir uno de tamaño medio, el pescador deberá devolver al agua ocho o diez truchas pequeñas. Lo importante es disfrutar y en este caso, no cabe la menor duda, que el pescador deportivo disfrutará de lo lindo sacando más y más ejemplares aunque de escasas dimensiones. Eso significa que el río tiene vida y futuro.
Todo dependerá de la concienciación del pescador y el trato que se a los ejemplares al soltarlos al agua.
Para
comer o calmar la sed recomendamos la localidad de Filiel donde nos
encontraremos el típico bar de pueblo mejorado, LA TABERNA DE FILIEL, que en época estival o fines de semana suele
tener abundante clientela. Las carnes son muy buenas.
Valga este reportaje amigo Beni, allá donde estés, para recordarte con cariño y porque todos tus compañeros de pesca, Ismael, José Luis, Eduardo, Chingli y Benito, te recordamos y te recordaremos con esa "cara de bueno" característica de tu gran humanidad dando todo lo que tenias aunque tú no lo pudieses disfrutar.
Ahora, con ésta fotografía en b/n te enviamos nuestros cariños.
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