RESUMEN de la campaña truchera hasta hoy...

Y ahora, vacaciones…

Adiós, Luna, Curueño, Bernesga, Torío…

Hay que dejar descansar el río, el cuerpo y la mente, llega el momento del asueto y el divertimento

Los ríos quedan a un lado y los pensamientos y recuerdos afloran en época estival

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 

Particularmente, ha sido una buena temporada de pesca pero, “soy tan antiguo como La Piquer” y, aunque podría continuar hasta el 15 de octubre con mi afición, al menos en Castilla y León, prefiero finalizar como antiguamente el 31 de julio. Ahora será el momento de los crustáceos que, sin ser el autóctono, el CANGREJO señal o el rojo pueden quitar, también,  “el ansia retelera”.

LA TEMPORADA DE PESCA

En lo que respecta a mi cuadrilla: Benito, José Luis y yo Beni nos dejó en éste mundo hace un par de años, intentamos hacer que no se note su ausencia y, en unas ocasiones han acudido a nuestra llamada, Ismaelín “el de Santa Olaja” y Jesús Santos, aunque sólo a acompañarnos y comer, a lo que también acudió Chingli, en una jornada y Ramiro “el suizo” en otra.

El caso es que, de la terna, sólo mi estimado Benito ha estado conmigo en todas “las juergas”. A comer sólo, sin pescar en el río, el resto de los mencionados. Una lástima pero, muy bien.

Ha sido un año muy raro. Cuando no eran “pitos, fueron flautas” pero a pescar en el río sólo dos y pregunto, ¿suficientes? Pues sí.

Por jornadas y cotos a pescar, el primero para quitar el “gusanillo” fue SARDONEDO a mediados de abril. Una pena porque, aunque no lo pesquemos por el río bajaba

desbordado, tampoco podríamos haberlo hecho. José Luis, por los caminos de grava y piedra entre Santa Marina y Sardonedo casi deja el coche a “remojo” metiendo una rueda entre una pradera y el camino y enterrando la misma de tal forma que era imposible poder

sacarlo para continuar. Tuvo que ser un amigo suyo que estaba en un pueblo cercano el que tuviese que acudir a socorrer. Con buenas cuerdas y otro coche salió el de Méndez al camino, pero se terminó la historia con la comida en los salones Victoria, de Santa Marina, entorno a la mesa. Una gran comida y amistad.

El verdadero disfrute llegó en junio. Seis cotos, seis, como “los Victorinos”. Primero, Tolibia. Después, Villafeliz…Bernesga, Vegamián, Bernesga otra vez y Felmín. Una delicia de la que ya dimos cuenta salvo la primera jornada de Bernesga y Vegamián que “alguno” se la saltó por motivos familiares y los demás no pudimos acudir. Otra pena.

El “gran momento” llegó con el mes de julio, mi mes por muchos motivos, entre otros porque fue en el me trajeron a la vida.

Julio nos traía otra vez Villafeliz, Tolibia, El Castillo, Felmín y El Castillo. Este último, nos lo anuló la Junta de CyL porque nos lo habían concedido para un festivo cuando el día de Santiago no lo es en Castilla y León. Volvimos a coger Bernesga por tercera vez.

Y qué les puedo contar que no les haya contado en su momento casi en “directo”, pregunto.

Por medio de Facebook les ido contando todas las jornadas de pesca y aunque unas fueron mejor que otras, también les tengo que apuntar que, por fin, después de ocho años, volví a pescar Villafeliz en dos ocasiones. La primera, bien. La segunda mejor, mucho mejor.

Si algo tengo que destacar del año 2024 en mis jornadas de pesca en León, son los dos días que hemos pescado Tolibia. Una delicia la primera vez en junio y extraordinario en la segunda, a primeros de julio. Es, hoy por hoy para mí, el mejor coto que he pescado en muchos años.

No a la zaga le ha ido Felmín que en las dos ocasiones ha sido muy bueno en capturas y disfrute, pero sobremanera, particularmente Bernesga que, aunque muy corto de caudal que ha dado las mejores jornadas de disfrute de los últimos años.

La gran decepción ha sido El CASTILLO. Pese a tener grandes esperanzas en pescarlo muy bien, ocurrió todo lo contrario. Lo volvíamos a tener el día de Santiago y, afortunadamente, nos lo anuló la Junta porque había sido concedido para día festivo y esa fecha no lo era. El cambio fue por Bernesga y acertamos de pleno.

Los ríos no REGULADOS son la debilidad de Benito y mía y aunque circulen en julio con escaso caudal, siempre deparan sorpresas. Y así ocurrió. Hacia años, al menos por mi parte, que no GOZABA tanto. Una pasado y si puedo, la temporada que viene repetiré. Todo dependerá de la suerte en el sorteo de cotos.

Y AHORA A DESCANSAR Y AL CANGREJO

Eso es lo que resta para los antiguos que no nos gustan los ríos controlados por pantano, lo que no quiere decir que antes de 31 de agosto no volvamos a desenfundar las cañas. De momento, están aparcadas.

Es la hora del retel, los cangrejos y la amistad a pie de río, con la bota de vino y un buen bocadillo. Es el momento para el CANGREJO SEÑAL, porque al ROJO, salvo excepciones, no solemos acudir.

Claro que no es lo mismo que hace 30 años cuando la pandilla salíamos a el CANGREJO AUTÓCTONO pero, “a falta de pan, buenas son hostias”.

“El señal”, cada año se está aclimatando mejor y casi da el “pego” en apariencia y sabor.

Los tamaños cada temporada son mejores y bien preparados con un poco de picante están para “chuparse los dedos”. Se lo aseguro. Efectivamente, no son lo mismo, pero…la vida hoy es hoy y, mañana Dios dirá.

Que ustedes disfruten del verano y en PESCARMONA volveremos el curso que viene, más o menos en setiembre.

BUENAS JORNADAS DE ASUETO Y DISFRUTE les deseamos.

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 [U1]Victorino