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Libreto publicado en defensa de La Pesca a la Leonesa |
POR
LOS CAMINOS DEL MANUSCRITO DE ASTORGA, capítulo final
“La Historia cronológica del hallazgo del
MANUSCRITO DE ASTORGA”…
Y
el Manuscrito de Astorga y la Pesca a la Leonesa. ¿Qué fue antes? una pregunta
de José Luis García González, en Diario de León
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
Deshecho
todo el “entuerto” de lo publicado en las páginas de pesca de Diario de León en 1990 tras lo publicado en los tres capítulos anteriores, sólo resta publicar “La
Historia cronológica del hallazgo del MANUSCRITO DE ASTORGA” documento remitido
por el propio JESÚS PARIENTE DÍEZ y, que había aparecido anteriormente en la
revista Tierras de León.
Esta
es la transcripción completa de lo solicitado por el señor Pariente:
“La primera referencia
sobre el Manuscrito llegó a nuestro conocimiento de la mano del ilustre leonés
D. Julio del Campo, el cual lo llevó a la armería de Néstor Alonso para que
como documento histórico y curioso fuese examinado y conocido por los pocos
pescadores de aquella época.
Nada sabemos de cómo ni
el cuándo llegó el tal documento a
pertenecer a nuestro convecino. Lo que sí sé, a través de mi animosa
correspondencia con Louis Carrére, que fue el primero que valoró y divulgó su
importancia, que en la primavera de 1935, se acercó a pescar en los ríos de
León, acompañado por D. Alfredo Mahou, el popular cervecero de Madrid.
Al proveerse de moscas
leonesas en la Armería Alonso vieron el documento y mostraron gran interés por
él. Marcelo Pérez Nava, que además de pescador, era un gran aficionado a la
fotografía, les entonces unas copias de la portada y algunas de sus páginas,
que sirvieron de base a Carrére para editar en 1937 su libro, “Techniques
modernes de la mouches noyée”, en el que se mezclaban los manuscritos de Juan
de Bergara, de 1624, y el de Luis Peña, de 1825.
Al fallecimiento de D.
Julio del Campo con fecha 8 de Enero de 1937, su sobrina y única heredera, Dª
Victoria González del Campo junto con su esposo, Manuel Díez, hicieron una
limpieza general de su taller de escultura y de constructor de obras, que tenía
D. Julio en la calle Ordoño II, 25, y quemaron todos los cachivaches y
papelotes que almacenaba. Les ayudó en esa tarea su convecino y amigo, Marcelo
Pérez Nava, el cual iba seleccionando lo que servía y lo inútil. Así llegó a
sus manos y se salvó de la hoguera el Manuscrito de Astorga, el cual, como ya
dijimos estaba unido al de Luis Peña.
Cuando el referido
libro de Louis Carrére fue reeditado en 1957, el escritor y pescador catalán,
Juan Francisco Llatjós, se interesó por su edición en español y consiguió que
se publicara con la editorial Poulide en 1963.
Antes de hacerlo y
durante los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre, de 1958, publicó lo que se
conocía del documento, en la revista Caza y Pesca de Madrid, lo que sirvió para
que Felipe Amigo Quirós y yo nos interesáramos en la búsqueda del Manuscrito.
Las oportunas gestiones
nos llevaron a Madrid, lugar de residencia del matrimonia Díez-González del
Campo, los cuales se habían olvidado de su posesión y tardaron mucho tiempo en
dar con él y al fin encontrarlo en un apartado rincón de su biblioteca.
Mientras nos llegó la
noticia de la aparición, que dio a conocer Amigo Quirós, en la revista Caza y
Pesca del mes de Setiembre de 1959 publicamos varios artículos en esa
revista en los cuales dábamos a conocer
la importancia histórica de ese documento, al que suponíamos perdido, al igual
que los otros libros que le sirvieron de copia.
A partir del momento de
su hallazgo, la Federación Leonesa de Pesca, hizo gestiones para que la
Diputación de León adquiriera ese documento como patrimonio provincial, cosa
que se consigue pero, para regalárselo al Jefe del Estado con ocasión de su
visita a esta ciudad el 11 de Julio de 1964; el general Franco, como buen
pescador, tuvo siempre en gran estimación ese regalo.
Aprovechando ésta
ocasión, mandé sacar unas fotografías a, Manuel Martín (Foto Exacta) que me
sirvieron de base para el trabajo publicado por la Diputación de León en 1968
con el título “Entorno al Manuscrito de Astorga y la pesca de la trucha en los
ríos de León” en el cuál, y por vez primera, se da a conocer la transcripción
completa del mismo y del de Luis Peña, como dos manuscritos diferentes.
Unido a ellos y como
remate de unos trabajos sobre clasificación de insectos que realicé en 1963,
publiqué un nomenclátor de insectos con el deseo, no sé si logrado, de
actualizar las enseñanzas de los dos primeros.
Como continuación a
aquellas investigaciones, publicó la Editorial Nebrija, en 1979, otro libro mío
titulado “La Pesca de la Trucha en los ríos de León”; hoy se encuentran los dos
agotados.
Como remate y fin de
éstos trabajos sobre el conocimiento y difusión del Manuscrito de Astorga, el
cónsul general de Dinamarca en Madrid, D. Erling V. Kikegárd, como buen
pescador, patrocinó, como ya dijimos, una cuidada versión en español, inglés y francés, editada
por “Flyleaves”, con numeración reducida, a principios de 1984. Y un año
después salen al fin éstas laboriosas memorias rematadas también con el
Manuscrito de Astorga.
Para terminar quisiera
informar a nuestros lectores el actual paradero de ese documento. La verdad es
que no lo sé y todo son rumores sin ninguna confirmación, digamos oficial.
Lo único cierto e
indudable es que el Manuscrito, debidamente presentado, fue regalado al
desaparecido Jefe de Estado, como testimonio de adhesión y afecto del pueblo
leonés y que el mensaje de ese pueblo obliga a quien lo recibe a su
conservación, ya que nunca un regalo puede ni debe ser mercancía que se vende.
Por tanto ese regalo,
como todos los que le entregó el pueblo español, deben de ser patrimonio común
a través de la Fundación Francisco Franco, a cuyo cuidado y conservación deben
quedar y en todo caso decidir si deben volver a las comunidades de origen.
Particularmente creo
que el Manuscrito no está perdido y que tarde o temprano nos dará fe de su
destino. Si ese destino ha sido perderlo en una subasta londinense, como dicen
cuando corregimos por última vez éste escrito, lo sentimos por la persona que
negoció ese documento de nuestra historia provincial, al cual nuestras
autoridades no han prestado la atención merecida, y que ha sido el motivo
apasionado de mi trabajo y el que inspiró mi tarea de escribir tres libros.
En todo caso y en
cualquier situación, sus fotocopias, su transcripción paleográfica y su mensaje
a todos los pescadores del mundo, ya no se perderán jamás.
Hasta
aquí las publicaciones POR LOS CAMINOS DEL MANUSCRITO DE ASTORGA en Pescarmona
pero, como anunciamos en los titulares existe un artículo del autor del libro
PLUMA, SEDA Y ACERO. Las Moscas del Manuscrito de Astorga, el leonés, JOSÉ LUIS
GARCÍA GONZÁLEZ que no tiene desperdicio: El Manuscrito de Astorga y la Pesca a
la Leonesa. ¿Qué fue antes?, artículo aparecido el 8 de Noviembre de 2021, en
Diario de León.
EL MANUSCRITO DE ASTORGA Y LA PESCA A LA LEONESA. ¿QUÉ FUE ANTES?
Una
gran pregunta lanzada por José Luis parecida a la del “huevo y la gallina”.
Aquí reside la cuestión.
Hace
unas fechas en éste mismo blog, dedicados dos artículos de VENANCIO ÁLVAREZ
LÓPEZ “Ciempiés” dedicados a los gallos de León donde su autor reflexionaba
sobre la dejadez por parte de las instituciones para con LOS GALLOS DE LEÓN.
Sobre éste particular no quiero incidir porque el amigo Venancio, que en gloria
esté, tenía toda la razón y casi “predicaba en el desierto”.
Con
la Pesca a la Leonesa y el Manuscrito de Astorga, desafortunadamente, ocurre
más de lo mismo. Líneas más arriba tienen ustedes la respuesta con la HISTORIA
CRONOLÓGICA DEL HALLAZGO DEL MANUSCRITO, que en 1990 se publicó en Diario de
León, en las páginas de pesca que realizaba un servidor y, con anterioridad, en
la revista TIERRAS DE LEÓN. Sobre éste particular poco o nada más que añadir
pero sí añadir que TENEMOS LO QUE NOS MERECEMOS.
Si
el libreto del Manuscrito se regaló a la máxima autoridad de España en aquellos
años y desapareció posteriormente, mientras aparece o no, tenemos la
transcripción paleológica (sabemos que no es lo mismo), y las fotocopias del
original que, al menos, no han desaparecido.
También
tenemos LA PESCA A LA LEONESA, que tarde volvió a reconocer y que muy pronto la
JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN quiso “abandonar” o dejar de apoyarla porque quizás
era “menospreciar” a otras regiones de la autonomía, pregunto.
El
resto de las provincias de la autonomía deberían sentirse orgullosas de que la
PESCA A LA LEONESA figurase en la Normativa de Pesca e incluso, que el coto de
Valdepiélago estuviese dedicado a la pesca a éste arte única y exclusiva pero,
no, la Junta volvió a “cargarse” el acierto que había tenido tras “las
rogativas” de varios colectivos leoneses. Qué pena.
Ahora,
tenemos que salvar otra vez la “denominación de origen” de una pesca que es
nuestra, no sólo de los leoneses. Es de todos pero que lleva el nombre de León
por todas partes y da prestigio a un arte que nació en León y llegó a todo el
mundo. Eso parece que no importa y, también, se lo quieren cargar. Creo que les
va a resultar complicado señores de la Junta porque el Manuscrito, aunque
perdido, es la madre de la PESCA A LA LEONESA y sin ésta, quizás no hubiese
visto la luz el MANUSCRITO DE ASTORGA pero claro, para éstas dos vertientes
tengan IDENTIDAD PROPIA faltan los GALLOS DE LEÓN y estos están en precario y
sólo la iniciativa privada parece querer “tirar” por ellos para que no
desaparezcan.
José
Luis tiene toda la razón y, aunque, no tengo respuesta para su pregunta de lo
que fue antes, si “el huevo o la gallina”, si tengo respuesta: LA LLAMADA A LOS
PESCADORES y a las autoridades pertinentes para que LA PESCA A LA LEONESA Y LOS
GALLOS DE LEÓN tengan una protección acorde con lo que significan para ésta
tierra.
Ojo,
LA PESCA A LA LEONESA no es pescar a boya, es pescar con las moscas del
Manuscrito o similares a varal o con las técnicas de hoy cambiando la boya de
corcho o madera para el lanzado, por la boya de goma con agua pero siempre
utilizando las moscas confeccionadas con pluma de gallo de León o mezclándolas
con las de otras aves, como se apunta en el Manuscrito y colocándolas en ese
orden de: ahogadas, semiahogadas, semibailarina o bailarina o saltona. Esto lo
explica mucho mejor mi estimado José Luis en su libreto LA PESCA CON MOSCA
LEONESA O PESCA A LA LEONESA.
Y
mientras, mantengamos la esperanza de que algún día APAREZCA El Manuscrito de
Astorga que nunca debió, ni regalarse, ni desaparecer.
Ojalá,
antes de terminar el año del 400 ANIVERSARIO DEL MANUSCRITO DE ASTORGA lleguen
buenas noticias al respecto.