Mis amigos de la pesca: GUY ROQUES, "el mosquero andante"...

 

Lucia y Guy Roques

GUY ROQUES: “El mosquero andante” nacido en Tarn, viviendo en Albi (Francia) y enamorado de España

"Casado con  León y una dama con pintas que se jalea en el río"...

 

Texto: Eduardo García Carmona. Fotos: E.G.C y amigos

Un buen pescador, excelente ceramista, pintor, poeta y escritor de historias muy interesantes. Se esconde bajo un sombrero que le da personalidad y vida, así puedo describir al francés más español que he conocido, GUY ROQUES.

Es complicado escribir de éste maestro de lo español, nuestra vida, sus gentes, sus paisajes y paisanajes. No es nada fácil, no.

Me siento demasiado influenciado por su áurea. Muy cerca, o tan próximo que, como lo imanes del mismo polo pueden repelerse. Me cuesta y sufro para poder transmitir lo que siento por este personaje con trayectoria de “campeador” derrotando todos los inconvenientes y situaciones complicadas que se le presenten. Lingüista del castellano, allí donde los hubiera o hubiese. Sabe emplear sus dones para todo pero, de manera especial, para enamorar a las “pintonas”.

GUY es el caballero de los caballeros. Es el señor de los ríos. Es el mosquero andante. Es el loco del sombrero que dialoga con él mismo continuando con la conversación hasta el infinito, o al menos, su infinito.

Es alfarero, modelando con manos de cirujano, barro, maderas nobles o de un tronco cualquiera. Es montador de moscas para la pesca, extraordinario. Es pescador amante de la naturaleza. Es un poeta del río y lo que le rodea. Es amante esposo y padre. Es amigo. Es natural, como su lenguaje. Es francés nacido en

Tarn y vivido en Albi. Es español, amante de nuestra tierra y lengua. Es escritor y poeta. Es un gran dominador de nuestro idioma, no en vano es catedrático de español, lengua que utiliza a la perfección y en la que ha querido escribir desde hace varias décadas. 

Es un contador de historias y cuentos, un encantador. Es embajador de Francia en la España de los mil ríos. Es un enamorado de los caminos de España por los que cruzó recién casado, con esposa y un “dos caballos”. Es una fuente de inspiración constante para los muchos mosqueros que le adoran.

Es una suma de conocimientos y pensamientos acumulados a pie de río. Es sabedor de que los grados del mosto, más mosto, te trasladan en volandas por parajes soñados y aún por descubrir. Es patagónico confeso con su Futaleufú argentino. Es pintor que plasma los tiempos en lienzo. Es humilde, hidalgo e

ingenioso, cual Quijote que busca escudero. Es filósofo con química terrestre de aguas dulces y saladas. Es ciencia de la pesca. Es, simplemente, GUY ROQUES, nacido un día, de un mes, del año 1937, con el que inesperadamente y, a base de pregones y prólogos, he llegado a contactar hasta sentirme apreciado.

Pescar juntos hemos pescado pero, menos de lo que hubiésemos querido. Siempre que nos dejaban tiempo los acontecimientos de pesca en los que coincidíamos, que eran bastantes, salíamos al río con la caña: Semana Internacional de la Trucha de León, en la que ambos fuimos pregoneros; Encuentro de Villagudín; Turiapress (ambos fuimos pregoneros); Pescapress; Campano Soriano (también pregoneros los dos); Encuentros de AEMS; Galas Rio de La Vida…

GUY no nació con una caña de pescar en la mano aunque poco le faltó. Una vez que la cogió, a muy temprana edad, ya no la soltó. A otros nos pasó algo parecido pero lo contamos peor porque éste “cátaro” tiene una literatura sencilla y fácil de leer. Es un “lingüista” único en lengua castellana y francesa. Es un erudito con la pluma y un contador de historias cautivador. Como muestra les dejamos un poema escrito en un trozo de papel en la gala de La Semana de La Trucha de León,

en la misma mesa donde cenábamos, poesía dedica a JAVIER SANCHO, el jefe de Vida Silvestre II, de León, el día de su jubilación.

 

Aquí estamos todos,

 los que en el corazón tenemos un anzuelo con muerte,

que ningún cirujano podrá arrancar.

Un anzuelo de lucha y amistad,

Un anzuelo que,

finalmente, no pica porque,

sólo la muerte lo podrá arrancar.

                   (Guy Roques. Junio de 2010)

 

Carmona y Guy en el Filandón de Gradefes

De sus historias de pesca ha dado buena cuenta en EL FILANDÓN de La Semana Internacional de la Trucha, en el que ha participado desde su creación. La pena es que algo tan leonés como EL FILANDÓN, se lo han cargado éste año en "la charlotada de semana" que se organizó. Qué pena.

cuatro pregoneros de la Semana juntos

GUY es un ferviente de San Pedro por el que siente una devoción terrenal al que ha dirigido sus “plegarias” de pesca.

Él, por derecho propio, es figura principal de ésta sección “mis amigos de la pesca”.

Gracias GUY por todo lo que siempre ofreces, incluso con tus silencios.

Mis amigos de la pesca: ENRIQUE RAMOS PLAZA, “Kike Sabugo”...

 

ENRIQUE RAMOS PLAZA, “Kike Sabugo” un todo terreno con una fuerza increíble en el río

Auténtico fenómeno en el arte de pescar a cualquier arte y contar historias

 

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 

ENRIQUE RAMOS PLAZA, Kike Sabugo o “el bugui” para otros, es un fenómeno de la pesca con unas facultades físicas que metido en los setenta parece un auténtico chaval con el pelo canoso, casi blanco. Nada se le pone por delante porque, además de sus conocimientos para leer las aguas, que son muchos, se une el poderío físico y su estatura.

Monitor en el Aula del Río

ENRIQUE nació en Gijón (Asturias) de donde proviene toda su familia. Desde pequeño se asentó con sus padres y hermanos en León y bien se puede decir que es un leonés como “la copa de un pino”, aunque no reniega de su tierrina.

Una empresa en el Barrio Húmedo, Confecciones Sabugo, fue el negocio familiar que atendían los tres hermanos hasta que llegó el momento de “la separación”. Enrique y su esposa Pilar, continuaron en el Húmedo con su establecimiento que, como una gran mayoría, tuvo que cerrar después de muchos años al servicio de León.

Quién no conoce en León el eslogan: “camisas como las de Sabugo, jamás en León las hubo”.

Curiosamente, a Sabugo le conocí en el mundo del baloncesto donde jugaba en tercera división en el equipo de la Casa de Galicia de León, con Paco, Fredi, Félix, Albino y cía. Qué tiempos.

Cuando en León se formó el equipo de baloncesto “Los Plumillas”, con Joaquín Nieves, Del Real y quien esto escribe como mentores, le repescamos para el deporte que amó toda su vida. Fue un refuerzo impresionante junto a los anteriormente mencionados de aquel equipo de la Casa de Galicia. Hicimos un equipazo con  el que ganamos varios años la liga provincial, renunciando siempre al ascenso a tercera.

Semana I. de la Trucha de León 1980

Un año, en las fiestas de San Antolín de Palencia, la organización nos invitó a jugar frente al Baloncesto Palencia, equipo recién ascendido a segunda división. Antes de que jugasen la final del Trofeo Ciudad de Palencia entre la CIBONA y el ALL STAR, nos tocó

debutar a nosotros. Lo que no esperaban en Palencia era ver a un equipo como el nuestro que, reforzado con los hermanos Herrera y Calderón, tres piezas fundamentales en C.B. Elosúa León, y gracias a Pepe Estrada que era nuestro entrenador, les dimos un “repasito” y cuando a mí, como capitán, me tocaba recoger el trofeo, pude comprobar que ponía el nombre del C.B. Palencia. Se quedaron “planchados”. Se creían que nos iban a ganar y tuvieron que enviarnos otra placa.

En el Open de Santa Marina con el alcalde

El baloncesto y la amistad de los primeros años 80, hizo posible que realizásemos algunas jornadas de pesca juntos. Admiraba su poderío en el río y era prácticamente imposible seguirle. Un día en Rioseco de Tapia, en el chalet que tenía la familia de Paco el hijo del dueño del bar Argentino en León, decidimos pescar los dos. Hicimos un buen acopio de

truchas, y las cenamos después en armonía y tras un baño nocturno en la piscina. La mala suerte fue que, a última hora cuando ya casi no se veía, soltaron agua y con las botas cortas, aquellas que llegaban hasta la cintura, me resultaba imposible poder cruzar. Ni corto, ni perezoso, Kike me dió su caña y la cesta, me subió “a caballo” y conmigo encima y la tirantez del agua, creí que acabaríamos los dos en Carrizo de La Ribera. Afortunadamente no fue así. Kike tenía fuerza para eso y más. “Qué bestia”, en el buen sentido.

Tuvimos varias jornadas más en el coto de Gradefes y en el de Quintana de Rueda. Aquí comenzaba quien esto escribe a pescar a cola de rata. Las de lecciones de “Bugui”, me hicieron perfeccionar algo más el lance. 

En competiciones oficiales Sabugo siempre estaba entre los elegidos, ganado varios campeonatos

provinciales y autonómicos. También participó, en campeonatos de España y en los campeonatos del mundo. A destacar que cuando no se clasificaba un año en León, donde había mucha calidad en los participantes, cambiaba de federación y se clasificaba por alguna otra autonomía. Sólo quería ganar y ganar. Así en competiciones abiertas, másters, o simplemente en pachangas. Siempre era de los del pódium: Semana Internacional de la Trucha de León, que ganó dos veces, Máster de Campeones de Cantabria…

En lo único “que patinaba” era en la confección de moscas. Normal teniendo a su íntimo amigo, Luis Mª Fernández Luengo, que se las preparaba con gran maestría.

Otra gran cualidad de Kike Sabugo es la amistad y la palabra. Cuando te daba la amistad, era para toda la vida. Lo de la “palabra”, era, y es, una “locura”. Habla más que yo y ya es decir. Lo mejor es que cuando se pone a contar chistes, no paraba tampoco. Tiene un gracejo que para sí lo quisieran algunos humoristas.

Cuatro de los grandes de León en pesca

Un día, paseando con mi esposa Begoña por el Húmedo, frente al bar “Infierno”, el bar de Mundi, me lo encontré sentado en la terraza. Comencé a hablar de pesca con él y, menos mal que me rescató “mi asturiana” porque, si no, seguro que todavía continuábamos. Era un sinfín de conocimientos.

En otra ocasión, y junto con otros ocho o diez amigos, salimos de pesca de cangrejos autóctonos por la noche. Acabamos en tierras palentinas. Cerrando en círculo los coches, organizamos una buena cena mientras los reteles los

teníamos en el río. Nos pusimos las botas de “material” que era para una merienda. Si nos llega a pillar la guardería acabamos “entre rejas”. Los cangrejos autóctonos era difícil acabar con ellos, había muchos crustáceos en ríos, arroyos y canales de riego en aquella zona. Lo que acabó con ellos no fueron los pescadores, fue la “afanomicosis” o peste del cangrejo. Una pena.

Con Luengo tuvieron una buena anécdota pescando cangrejos. Decidieron ir a pescar al Porma pero, truchas y sin permiso. Cuando estaban en lo mejor, sintieron que se acercaba Alberto, el guarda que montaba a caballo y, casi “volando” salieron del río, acercándose al coche que lo tenía en la orilla.

Sacaron una lona que llevaban siempre para protegerse del sol en las comidas, la extendieron por encima del coche y se metieron dentro simulando ser “una pareja” en su mejor momento, con sonidos y suspiros por medio. Alberto, ni se paró a comprobar si era lo que buscaba. Me imagino que por vergüenza.

Como ésta, varias más pero algunas no se deben contar.

ENRIQUE RAMOS PLAZA “Kike Sabugo”, es una persona entrañable y querida por todos los que le conocen, servicial, trabajador y una gran persona.

Mis amigos de la pesca: BENITO Y MARCOS LOZANO, padre e hijo con la misma pasión LA PESCA...

Padre e hijo en La Patagonia chilena

BENITO Y MARCOS LOZANO, “dos personas distintas y una afición verdadera: LA PESCA”

LOZANO CAMPESINO, de profesor en talleres a observador del pintor, José Vela Zanetti y maestro con los tornos de pesca

LOZANO MAZA, de ver “minaretes en Arabia” a pescar en Asturias y León

Texto y fotos: Eduardo García Carmona

 “Dos personas distintas y una afición verdadera: LA PESCA”, mejor no podría resumir lo que son padre e hijo: BENITO Y MARCOS LOZANO.

Seguro que me quedo corto porque llevan toda una vida unidos en todo y, especialmente,  en la pasión por la pesca. Desde muy niño, viviendo en La Robla (León), BENITO llevaba a su hijo a pasear los ríos de la zona: Bernesga y Torío y esto se nota en la afición que ambos sienten por este deporte-afición que se disfruta con buena compañía y en plena naturaleza. He tenido la gran suerte de conocerles y disfrutarles y les adelanto que todo lo que cuente será poco para engrandecer a ambos en éste mundillo de la caña, las truchas, moscas, mosquitos y amistad.

Benito LOZANO CAMPESINO es un zamorano-leonés que ejerce de ello por doble motivo: nació en Zamora y ejerció su vida profesional en La Robla (León). Ahora jubilado, como quien esto escribe, recrea su júbilo por tierras asturianas, en Gijón donde, hace un montón de años, conoció a su “media naranja”, MERCEDES y donde reside.

Quizás por ser una de las personas más cercanas a mí en los últimos tiempos, nunca he traído su historia en el mundo de la pesca a ésta sección de Pescarmona. No he podido resistir la tentación y me dispongo a presentar a un personaje único, junto con su hijo Marcos.

Desde temprana edad, BENITO se bañaba en las aguas del peligroso Duero a su paso por Zamora entre murallas y puertas de bello ensamblaje, río que se llevó a algunos de sus amigos de juegos infantiles. Por éste motivo sus padres le tenían prohibido acudir al Duero para divertirse y pescar aunque hacía caso omiso como la mayoría de los niños en aquella época.

De los barbos y otros peces, pasó a las truchas y de pescar con bramante y alfileres, a hacerlo con caña y sedal de nylón.

Con el tiempo, BENITO fue introduciéndose entre el “club selecto” de los elegidos para pescar truchas y así fue como un amigo juvenil le introdujo en la pesca de salmónidos y, lo más importante, en el montaje de moscas artificiales para la pesca.

Con las primeras lecciones llegó a granjearse un nombre entre los especialistas de las moscas ahogadas por su pericia y conocimiento de las técnicas, que fue adoptando de unos y otros y, tras muchos años como autodidacta, hizo posible un desarrollo natural que permanecía oculto.

De aquellos primeros mosquitos ahogados, pasó a la seca y de ésta, a las virtuales.

Tuvo que ser su paso por La Robla (León), donde residió más de 40 años, junto con el río Bernesga, quienes le dieran “el Cum Laude” del montaje de moscas y la pesca.

BENITO LOZANO llegó al Centro de Formación Profesional “Nuestra Madre del Buen Suceso”, que dependía de la Hullera Vasco-Leonesa, siendo su benefactor el leonés, ANTONIO DEL VALLE. Fue en el año 1964, con el propio nacimiento del colegio.

Profesor de tecnología, dibujo y talleres hasta que se jubiló, por sus aulas pasaron grandes profesionales y, curiosamente, grandes campeones de pesca, entre ellos el más reciente campeón del mundo de salmónidos moscas, DAVID GARCÍA FERRERAS, que recibía sus primeras clases del lance y el montaje con el maestro Benito.

El maestro LOZANO CAMPESINOS se doctoró en la vida de la pesca como un experto único en “la fabricación artesanal” de TORNOS PARA EL MONTAJE DE MOSCAS y sus tornos aún los conservan quienes saben apreciar lo bueno. Cada torno confeccionado a mano y exclusivo para cada uno de sus poseedores entre los que están el propio DAVID FERRERAS, JESÚS PICÓN, MANSO y muchos pescadores más de León, principalmente, también de otros lugares de España.

Con la confección de moscas se pasó muchos años realizando montajes para Tomás Gil y Abades y, ahora, jubilado, se dedica a realizar “sus criaturas” más naturales intentando darles “vida” a las artificiales. Sus moscas virtuales pocos las conocen y aquí se las presentamos en nuestra sección.

A BENITO LOZANO le conocía hace muchos años pero, ha sido el destino en Gijón, quien nos hiciera juntarnos celebrando nuestra jubilación. La sorpresa fue mayúscula cuando un día paseando por Gijón, en la plaza del Parchis, inmediaciones de mi domicilio asturiano, me lo encontrase junto a su esposa, Merce. Pasamos de los saludos a hablar de pesca y convertirnos en inseparables desde entonces hasta para salir al río o al lago, junto a su hijo MARCOS y otros pescadores de León. LOZANO MATA tiene “el mal del lago” y cada vez que viene del Oriente próximo, prácticamente no sale de los lagos El Arenero, Jabares y otros del norte peninsular.

El “maestro del torno de pesca y el montaje”, el profesor de La Robla, Benito Lozano, que viese al pintor JOSÉ VELA ZANETTI realizar durante unos años el mural del salón de actos del colegio Nuestra Madre del Buen Suceso, donde existen personas del propio centro caracterizados, y con quien departía en los momentos de algún  descanso, se ha convertido, con el tiempo y unos tutoriales, en “maestro de las moscas virtuales”.

BENITO LOZANO CAMPESINO ha sido guía de pesca y persona querida y admirada por miles de personas, pescadores, principalmente, porque es un personaje dicharachero, amable, gentil, cordial, amigo y, especialmente reservado aunque con una chispa de humor “sarcástico” espléndido que llega  a

todos los que a él se acercan. Aún no puedo olvidar el primer Encuentro de Ninfa Calidad, en tierras de Sahagún, cuando junto a un humorista y mago, se prestó a hacer de “muñeco” con su semblante particularmente único, dónde su bigote, las gafas y un  sombrero de “milloneti americano” le dieron un gracejo único. Nos tronchamos de su figura y gestos, con las risas que se repartieron entre los presentes.

He tenido la suerte, y aún la conservo, de tener grandes momentos a diario y, especialmente, a orillas de lagos y ríos, de una pasión, LA PESCA que, a ambos, nos colma de felicidad y si encima la disfrutamos en compañía de su hijo MARCOS, mejor que mejor porque, “aquel chaval” que acompañaba al padre por los ríos

próximos a La Robla y los de toda la provincia de León, ahora trabaja desde hace un montón de años fuera en el Oriente Próximo y, siempre que el trabajo se lo permite coge el avión para pescar en España. Una veces en León, otras en Asturias pero, es tanta la pasión por la pesca, como la que siente por su familia para la que le “falta tiempo” para

Con Ben Taylor, creador de la Chernobil, en La Patagonia

agasajarla y disfrutarla. Y es que estar tanto tiempo fuera hace posible que los “encuentros” sean especiales siempre. Como cuando en dos ocasiones viajamos a LA PATAGONIA chilena para compartir aventuras impresionantes de pesca y amistad junto a otros leoneses que nos acompañaron en la expedición. Allí coincidimos con el inventor de la mosca conocida por “Chernobil”, BEN TAYLOR y con el premio Príncipe de Asturias de las Ciencias, GINÉS MORATA.

Gracias amigos, padre e hijo,  BENITO Y MARCOS LOZANO y, valgan estas letras y fotos como homenaje a nuestros días vividos y por vivir. Afortunadamente, sois amigos de la pesca pero, no sois  amigos cualquieras, sois parte de “MI FAMILIA” en Gijón.

Con todo cariño y merecimiento ocupáis un lugar importante entre “mis amigos de la pesca”.