RAÚL IBO Y JOSÉ ANTONIO SALAZAR GARCÍA pescadores y cazadores unidos a Herrera de Pisuerga (Palencia)
Texto: Eduardo García Carmona. Fotos: autor y protagonistas
RAÚL
IBO Y JOSÉ ANTONIO SALAZAR GARCÍA son dos hermanos a quienes une sus dos
grandes pasiones LA
PESCA Y LA CAZA que
disfrutan juntos desde la niñez.
IBO, es un palentino de corazón unido a Herrera de Pisuerga toda su vida, junto a la montaña palentina. Curiosamente, nació un 2 de septiembre de 1976, en Zamora.
A
los 5 años iba a pescar peces al río Burejo, río que desemboca en el Pisuerga a
la altura de Herrera de Pisuerga, para luego comenzar a pescar las afamadas
pintonas el Pisuerga, a los 6 años, junto a sus hermanos José Antonio (Jose) y
Roberto (Rober).
Para Raúl y Jose poder salir al río y al campo es todo un premio. Le encanta el contacto con la naturaleza de la que apunta, “es lo más grande que puede tener un ser humano y no digo nada de cazar y pescar en ella”.
Ambos
hermanos son aficionados a la caza, afición que heredaron de su padre. Aunque
en la pesca no tuvieron maestros y se consideran un autodidactas.
Raúl, junto con su gran amigo de infancia Javi Puebla, acudía a pescar al río Pisuerga, como la mayoría de críos de su edad, y acostumbraba a utilizar aparejos “inventados” con los que experimentaba.
Fue
en 1996 cuando la carretera se llevó a su amigo del alma. Aquel accidente de
Javi Puebla, marcó la vida de Raúl Ibo Salazar en todos los sentidos pero,
especialmente, en la competición de pesca.
A raíz del accidente de Javi decidió, junto a sus amigos, crear una sociedad de pesca que llevase su nombre. Se federaron y surgiendo la posibilidad de competir.
Con
19 años, Raúl se presentó al Campeonato Provincial de salmónidos, en la
modalidad de lance, y fue el campeón. Después acudió al Autonómico y volvió a
ser el primero. Dice que fue por suerte o por casualidad pero, resulta que al
cabo de varios años, esa casualidad se convierte en una rutina, estando siempre
entre los mejores y acudiendo al Campeonato de España, donde consigue un cuarto
puesto, hasta el momento su mejor clasificación, aunque por equipos fuese campeón.
Ha viajado por casi toda España compitiendo y entrenando. Ha conocido personas estupendas de la que siempre se aprende mucho. Grandes ribereños que ofrecían su amistad y que también aceptaban consejos.
Los
dos hermanos SALAZAR son personas humildes y sencillas que trabajan cada día y
se esfuerzan para conseguir las metas marcadas en la vida.
JOSÉ ANTONIO es un luchador nato con una profesión, cartero, que le acerca al pueblo llano. Siempre servicial y amigo de los humildes, ha intentado, además de llevar “buenas nuevas”, vivir el día a día de sus vecinos significándose y ayudando en todo lo posible. Un cartero de “los de antes”, amigo querido por el pueblo.
A
ambos les gustan las personas que van de frente, te miran a la cara y dicen la verdad de corazón.
A ellos les ayudaron en sus inicios y ellos ayudan a los que quieren aprender
produciéndoles una gran satisfacción el poder comprobarlo con el paso del
tiempo.
Tanto a uno, (Ibo), como al otro, (Jose), les conozco personalmente desde hace años y les tengo gran estima. En “las distancias cortas”, conviviendo unos días de pesca a su lado como lo pude hacer en tierras de Alaska (USA) junto a un grupo de otros diez amigos más de León, nos acercamos en lo cotidiano junto a los grandes ríos de américa del norte que, además de una pasada, hizo que nos conociésemos en el río y en las cabañas donde convivimos. Una pasada.
Además, si le faltaba algo a ambos, en Alaska consiguieron “sacarse la espina” del salmón y, aunque no fuese el salmón atlántico, si sacaron a tierra varios ejemplares del salmón pacífico “el plateado”, el Soho y otras piezas de mucho porte de los ríos de aquella tierra, como los Salvelinos y la trucha skinhead. Eso fue en 2011 y algunos se comieron en la despedida, en el Logde que los prepararon Juan y Chingli, fileteados con anterioridad por los guías a pie de río. Estaban deliciosos.
Desde entonces, especialmente en tierras asturianas, continúan ambos con su pasión por el “rey del río” habiendo conseguido algunos ejemplares de salmones y quedando “atrapados” por la reomanía, “enfermedad” que Lucia, esposa de Guy Roques decía que padecía el “mosquero andante”.
Los dos hermanos tienen mirada fija y serena, con ojos imposibles de mentir. Mentón despejado y sonrisa serena y amigable. JOSE, es más serio y menos
dicharachero en principio, aunque cuando coge “carrera”, no frena de hablar. Tiene facciones de buena persona y gesto de bonachón pero, ante todo, tiene mirada felina, de astuto predador del río, que no depredador, pese a que algunos envidiosos le tilden de esto, en ocasiones de ello, al igual que a su hermano. ¿Quién en algún momento de su vida de pescador no ha sacrificado algún pez?
Respetan la naturaleza como buenos aficionados y competidores. Gustan de hacer buenas “pescatas” aunque reciclados al “captura y suelta” desde hace años.
Creen
en el futuro para la naturaleza pese a los desastres a la que es sometida. Esperan
que la trucha y los ríos se salven del mal que padecen, por eso cada mañana, al
levantarse uno y otro, dan gracias al universo por haberles dejado esa
maravilla natural que son los ríos y sus peces.
RAÚL IBO posee un palmarés excelente en la modalidad de pesca a lance ligero (cucharilla y mosquito ahogado). Estos son sus números:
Siete
campeonatos provinciales de Lance individual,
cuatro por equipos; un subcampeonato Provincial; un tercer puesto
Provincial; cuatro Campeonatos
Regionales de Lance individual; dos campeonatos regionales por equipos;
un subcampeonato Regional de lance; un
4º puesto en el Nacional de Lance celebrado en Santiago de Compostela y una
medalla de Bronce por equipos en el Nacional de Lance de Jaén. En siete
ocasiones ha estado en la primera división de lance de Castilla y León, y ha
participado en diez campeonatos regionales de lance.
Casi
nada.
Lo cierto es que nunca “se lo ha creído” aunque es cierto que se le da bastante bien la modalidad. Tiene muchos recursos de pesca y diferentes maneras de practicarlos, lo cual la hace un especialista en una modalidad muy vistosa y compleja a la vez, en la cual cada vez tienes un nuevo reto de perfeccionamiento de una nueva técnica, ya que en la pesca no todo está inventado y menos en el lance ligero o lo que es lo mismo, pescar a cucharilla y mosquito ahogado aunque prefiere ésta última además, suele pescan con sus propias moscas que confecciona para toda la temporada y para algún amigo. Me atrevo a realizar mis propias versiones, dice.
Palencia, junto con León, continúan siendo dos "paraísos de la pesca" aunque todos los lugares tienen algo que te sorprende", apuntan ambos.
Raúl, al igual que su hermano, Jose respetan la pesca sin muerte, aunque nunca olvidarán sus primeras truchas. Raúl, cuando
tenía poco más de 6 años, relata su primera captura: “La caña y el carrete parados, la cucharilla girando en el agua junto a la orilla, en el río Pisuerga. Yo contemplándola y un poco cansado, de repente, la punta de mi caña que se mueve. Miro al agua y veo un pez girando sobre sí mismo y gritó, me ha picado. Antes de que llegasen sus hermanos la había lanzado dos metros fuera de la orilla. Era mi primera trucha. Inolvidable y más cuando la vieron en casa la cara que se les quedó a mis padres”.
La pesca es para disfrutar, apunta RAÚL IBO SALAZAR, “la pesca es para disfrutar y no para confrontar. Hay cabida para todos los que la practican, sea de una u otra modalidad. La pesca nos tiene que unir a todos los pescadores para defenderla, promocionarla y cuidarla, no para enfrentarnos”.
JOSÉ ANTONIO SALAZAR no le anda a la zaga al hermano aunque lo de la competición es otro cantar, “eso lo dejo para mi hermano”.
Los
dos hermanos son amantes de la pesca del cangrejo de río. Ambos han participado
en múltiples ocasiones en el concurso más importante de España de éste
crustáceo, el Festival Nacional de Exaltación del CANGREJO DE RÍO, en Herrera
de Pisuerga (Palencia) del que han sido ganadores en varias ediciones, fiesta
del cangrejo autóctono que lo fue en su día y que ahora, desde que
desaparecieron prácticamente de las aguas a causa de un hongo, se celebra con
el cangrejo americano conocido como SEÑAL.
Podría estar contándoles “mil y una historias” de ambos por lo ríos.
Sólo
me resta desearles lo mejor en la vida y que ambos disfruten de sus vidas como
desde hace años, Jose y Paula disfrutan de su “princesa”.
Gracias amigos y que continúen vuestros éxitos en la vida y las aficiones porque desde hace un montón de años habéis entrado en el club de "mis amigos de la pesca".
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