SALMÓN EN ASTURIAS: ríos limpios y pesca sin muerte la solución…
Texto
y fotos: Eduardo García Carmona
Ante la catastrófica temporada de pesca del salmón en tierras asturianas, la solución a corto plazo pasa por el cierre de los ríos para su pesca o que las administraciones responsables de los ríos de toda la cornisa Cantábrica, no sólo Asturias, legisle de una vez en favor de LOS PECES Y EL RÍO, y no de los pescadores y otros intereses.
El geógrafo francés, Elysée Reclus, en su excelente obra “historia de un arroyo”, Ediciones El Barquero, apunta: “un río no es solamente el adorno más gracioso del paisaje y el maravilloso lugar de nuestras alegrías es, también, para la vida material del hombre, una reserva de alimentos, y sus aguas fecundadas alimentan a plantas y peces que sirven a nuestra subsistencia”.
Reclus falleció en 1905, hace 120 años. Desde entonces a nuestros días, el geógrafo y escritor francés no hubiese subsistido a las aberraciones que se han cometido en su país y, especialmente en
España, con todo lo que significa “una corriente de agua”, manantial, arroyo o río. En 120 años, los humanos estamos terminando con todo y la muestra más próxima la tenemos con la temporada del salmón en Asturias, que hace poco ha finalizado con los peores números de su historia en capturas. Eso poco importa, ¿verdad?
Reclus también añade: “Tras haber capturado en el río todas las presas necesarias para que comiera la familia, el salvaje satisfecho dejaba los miles o millones de huevas depositadas en la arena o en los juncos para que se desarrollaran en paz. Pero el hombre, al que los progresos de la civilización ha vuelto más ingenioso, ha encontrado el medio a esas razas prolíficas de las que cada hembra podría, en unas generaciones, llenar todas las aguas”.
Qué gran razón porque, un pez en el río puede procrear para que la especie no se extinga. Un pez en la sartén, rompe el ciclo de la vida. Así están los ríos por desgracia.
Si
por el contrario, los responsables de velar por la naturaleza de la que los
ríos son parte no hacen sus deberes, llegamos al deterioro, casi irreversible, de
lo que son nuestros ríos y todo lo que en sus “aguas se menea”.
EL SALMÓN ATLÁNTICO está en declive total desde hace años. Últimamente mucho más. No sólo esta especie. La trucha, el reo y otros peces están desapareciendo de los ríos por muchos motivos pero,
especialmente por la falta de calidad en sus aguas. ¿Qué nos ocurría a nosotros si el aire que respiramos se contaminase sobremanera? No podríamos respirar y falleceríamos por falta de oxígeno. A los peces les ocurre lo mismo.
El problema, recalco, es la calidad de aguas y después viene lo demás y eso es mucho.
¿Qué
animal no pone a buen recaudo el lugar donde habita?
Muy
fácil, el hombre. El humano es el único animal racional pero, sólo utiliza su
raciocinio para lo que le interesa por momentos de su vida, sin pensar en el
futuro. El animal irracional, siempre va a conservar el lugar donde vive o
habita porque es su fuente de vida.
No hace muchas fechas, para un dirigente de la pesca en Asturias, el presidente de la federación asturiana, Pedro García, para mí siempre EL IMPRESENTABLE, en declaraciones a La Nueva España 24/07/2016, apuntaba que:
“En los ríos asturianos hay salmones para regalar. La temporada debe de ir del 1 de marzo al 31 de agosto. Hay que dejar que la gente se divierta en el río y cree riqueza.” Se acompaña recorte.
De
aquellos polvos vienen ahora los lodos aunque, la “historia” comenzó muchos
años antes. Sólo hace falta ver la evolución de las capturas de salmón en
Asturias según el gráfico que presentamos y que fue presentado en una
conferencia que se realizó en el club de prensa de Lne en 2019.
Por su parte, un político del PP activo Luis Venta, aseguraba, según publicaba dos años antes El Comercio (año 2017), sobre la prohibición de la venta del salmón que “es una antiguaya socialcomunista que presentó y legisló, Vicente Álvarez Areces hace 15 años y que debe cambiarse”.
¿Dónde vamos con estos listos?
Qué
pena pero solo con lamentaciones el problema de nuestros ríos y el salmón, no
se termina.
Técnicos, políticos, asociaciones y clubes de pesca deberán hacer frente común para, al menos, intentar para “esta sangría” que sufren los ríos asturianos y de toda la cornisa cantábrica.
¡A trabajar y tomar medidas urgentes como se tomaron en su momento en el río Bidasoa pero, para eso hay que ser valientes!
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