RAFAEL DEL POZO OBESO
, un amante de los ríos de León y Palencia, enamorado de los Gallos de León y autor de un gran libro MOSCAS PARA LA PESCA
Texto: Eduardo García Carmona. Fotos: familia, EGC y varios
Vivió por y para la pesca abandonándolo todo en España para iniciar una nueva vida en Cuba y su último viaje lo realizó yendo a Cayo Coco, no precisamente a pescar si no como empresario hotelero que lo era en aquel país.
Conocí
al cántabro personalmente cuando tuve que presentar, en la Obra Cultural y
Social de Caja León, lo que hoy es Caja España, su gran enciclopedia de MOSCAS
PARA LA PESCA, editado por Everest, que patrocinaba la entidad de ahorro.
Durante muchos años, mantuve un contacto profesional con Rafael en diferentes revistas hasta que, en Jara y sedal, el programa de la TVE, en el que figuraba como asesor de pesca, guionista, redactor y locutor, se le ocurrió la idea de lanzar una revista mensual de pesca, JARA Y SEDAL PESCA.
Fue un amigo común, Samuel Garrido, el que apostó por mí ante él para convertirme en el corresponsal de pesca desde León, creo que no le defraudé porque la relación duró bastantes años.
Entendí, desde el primer momento, lo que quería Rafael. Él amaba la naturaleza, especialmente los ríos de nuestra geografía española. Los de le León y Palencia eran su debilidad pero, también, los de Cantabria, Asturias, Galicia, Cuenca…Allá donde hubiese truchas, salmones o reos, incluso, barbos, tencas o lucios, allí estaba Rafael del Pozo Obeso. Si no era para pescar era con todo el equipo del programa televisivo o la productora con la que publicaba sus grabaciones, por ejemplo con la productora leonesa ARCE, de mi estimado Fernando.
Si su enciclopedia ha sido el tomo entomológico por excelencia para los aficionados a la pesca y referencia a nivel mundial, RAFAEL DEL POZO OBESO fue, también, un gran adobador de moscas para la pesca. Montador de moscas y criador de gallos para la pesca, un negocio que no le funcionó bien dejando tiradas “en la cuneta” muchas ilusiones depositadas y algunas amistades perdidas pero, Rafael era un hombre bueno, emprendedor y cabezón ante la adversidad. Sólo era malo para él mismo. Ocurre que muchas veces lo quería abarcar todo erigiéndose en un súper hombre.
RAFAEL DEL POZO dijo adiós a este mundo con 67 años en una noche del sábado 24 de Octubre de 2009 y tuvo que ser en Cuba, en Cayo Coco, en un accidente de circulación cuando se acercaba a un aeropuerto cubano para recibir a unos compañeros de televisión con quienes tenía intención de grabar un programa en la isla cubana en la que regentaba una empresa, con un socio, dedicada a la pesca a mosca en los cayos y manglares de la isla caribeña donde abunda el tarpón, macabí, palometa o la barracuda.
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Volcán Osorno (Chile) |
Rafael fue uno de los precursores en España de la “pesca sin muerte” o “captura y suelta” siendo un fino pescador de seca.
Lo
que pocos saben es que fue un buen músico y que dirigió varias orquestas en
Cuba.
Los
ríos, los pescadores, aficionados en general, los lectores de su obra, los
televidentes, todos, todos le tendremos bien presente cada vez que oigamos su
voz o veamos su imagen pescando en esos DVDs que dejó para la posteridad, con
toda su sabiduría, que era mucha.
Rafael, a quien esto escribe, le metió La Patagonia chilena y Argentina en la venas, o lo que es lo mismo, la pesca del salmón, las grandes truchas y reos de un sin fin de lugares del planeta tierra que él había recorrido.
Su saber estar, amabilidad y corrección fueron norma en su vida, vida que tuvo llena de sensibilidad y amor por la naturaleza y la pesca.
Gracias Rafael, por formar parte de “mis amigos de la pesca” y habernos legado el mayor tratado entomológico para que los aficionados a la pesca a mosca tengan una guía de cada insecto que sirve de alimento a los peces en nuestros ríos.
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